El Gobierno alemán quiere una explicación clara y rápida de Washington por el aparente contacto de la inteligencia estadounidense con un alemán detenido la semana pasada por sospechas de ser un doble agente, dijo el ministro del Interior en una entrevista publicada en un periódico.

"Espero que todos cooperen rápidamente para aclarar estas acusaciones, con comentarios claros y rápidos también de Estados Unidos", dijo Thomas de Maiziere al diario Bild, según extractos de su edición del lunes.

Hasta ahora, la Casa Blanca y el Departamento de Estado han declinado a comentar el arresto de un empleado de 31 años de la agencia alemana de inteligencia exterior BND, quien admitió haber entregado documentos a un contacto estadounidense, según fuentes de inteligencia y políticas.

Entre esos documentos figuraba información sobre una comisión parlamentaria que investiga las acusaciones del ex analista de inteligencia estadounidense Edward Snowden de que Washington llevó a cabo una vigilancia masiva en Alemania, incluyendo la monitorización del teléfono de la canciller Angela Merkel.

El caso arriesga a tensar aún más los vínculos con Washington, que ya sufrieron por las revelaciones el año pasado sobre la vigilancia a gran escala en Alemania por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por su sigla en inglés).

El espionaje es un asunto delicado en Alemania, donde el recuerdo de la Gestapo, la policía secreta Nazi, y de la Stasi de Alemania Oriental significa que el derecho a la privacidad es muy preciado.

El presidente de Alemania, Joachim Gauck -un ex pastor protestante y activista de derechos humanos en la antigua República Democrática Alemana, dijo a la televisión alemana que el asunto de la NSA era "un episodio fastidioso".

"Si realmente un servicio (estadounidense) ha estado usando a un empleado de nuestro servicio de esta manera, tenemos que decir 'eso es suficiente'", afirmó el presidente en una entrevista televisiva que será emitida el domingo.

MOLESTIA DE ALEMANIA

De Maiziere, uno de los ministros del gabinete más cercanos a Merkel, calificó la situación como "un caso muy serio" que debe ser investigado completamente para "medir la escala del presunto espionaje y responder especialmente la pregunta de quién estuvo involucrado".

El embajador estadounidense fue llamado el viernes para oír la solicitud de explicaciones de parte de Berlín y el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo el domingo que era de interés de Washington colaborar con "una aclaración de los hechos lo más rápida posible".

No está claro si Merkel habló del asunto con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en una conversación telefónica el jueves, pero su portavoz Steffen Seibert dijo: "No nos tomamos a la ligera el asunto del espionaje de agencias extranjeras de inteligencia".

Un parlamentario del comité que investiga el asunto de la NSA dijo que el detenido no tenía una relación directa con el comité, cuyas reuniones con confidenciales, y que no era "un agente de alto rango".

El detenido había ofrecido sus servicios a Estados Unidos de forma voluntaria, dijeron fuentes de inteligencia y políticas, y recibió unos 25.000 euros (34.100 dólares) por entregar 218 documentos de la BND a su contacto estadounidense sin identificar.

Después de las revelaciones de Snowden, Berlín exigió que Washington acepte un "acuerdo de no espionaje", pero Estados Unidos no ha estado dispuesto a adquirir dicho compromiso. Funcionarios alemanes también han enfatizado que dependen de la inteligencia de agencias estadounidenses.

La ex secretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Clinton, de visita en Berlín para promover su nuevo libro, dijo el domingo que era "claramente un asunto serio", pero que esperaba que el tema no "mine la cooperación necesaria que existe entre nosotros".