El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, llamó hoy a consultas a su embajador en Irán y convocó al representante de Teherán en Berlín, a quien manifestó su reprobación por la "grave violación de los derechos" que constituyó el asalto a la sede diplomática británica.
En la conversación mantenida en la sede del Ministerio de Exteriores, la secretaria de Estado, Emily Haber, hizo hincapié en que el asalto del martes es un grave ataque al derecho internacional.
Alemania aprovechó así la oportunidad para reiterar una vez más su condena de unos hechos de los que el Ministerio de Exteriores iraní se ha distanciado alegando que fue un acto espontáneo de estudiantes no aprobado por la administración.
Ayer, el ministerio de Westwerwelle ya había lanzado una advertencia al país persa. "Irán está comprometido por el derecho internacional a proteger a los diplomáticos extranjeros y a las misiones extranjeras y debe cumplir con esta obligación al pie de la letra", señaló un vocero.