El Gobierno de Alemania está considerando reducir su proyección de crecimiento del 1 por ciento para la economía más grande de Europa en el 2013 debido a un débil semestre en el invierno boreal, dijo a Reuters el viceministro de Economía, Bernhard Heitzer.
El Ministerio de Economía podría unirse a una serie de instituciones que recortaron sus pronósticos cuando los actualice oficialmente a mediados de enero.
El Bundesbank redujo su propia estimación este mes de un 1,6 a un 0,4 por ciento de expansión, mientras que el centro de estudios Ifo casi rebajó a la mitad -un 0,7 por ciento- sus expectativas.
"A partir de la perspectiva de hoy, va a haber que corregir hacia abajo", declaró Heitzer. "El semestre de invierno va a ser débil".
El funcionario alemán señaló que el consumo privado y la inversión en construcción serían relativamente fuertes, pero que las exportaciones crecerían a un ritmo más lento que las
importaciones y la producción industrial se contraería.
"Un declive en el crecimiento económico en el cuarto trimestre es lo que sigue en las cartas", afirmó.
Alemania ha sido un motor del crecimiento a lo largo de los tres años de crisis del euro, pero las debilidades en otros lugares de la Unión Europea, donde el país vende el 60 por ciento de sus artículos de exportación, están empezando a tener efectos.
La economía se desaceleró en el tercer trimestre y parece destinada a contraerse en el cuarto, aunque la mayor parte de los economistas piensan que va a evitar la recesión.
Heitzer dijo que había algunas señales de optimismo como el crecimiento del índice del clima empresarial Ifo el mes pasado y la pausa en la crisis de la zona euro. No obstante, sigue habiendo grandes riesgos, entre ellos la disputa por el presupuesto en Estados Unidos y la debilidad económica en Japón.
"En general, sigue siendo un contexto muy frágil", declaró Heitzer, apuntando que los precios de la energía también podrían ser problemáticos para la industria alemana.