La justicia alemana prepara el procesamiento por crímenes contra la humanidad de un alemán identificado como Samuel K., de 88 años, sospechoso de haber participado en el asesinato de al menos 430.000 judíos en el campo de exterminio de Belzec, en el sureste de la Polonia ocupada.
K. trabajó entre noviembre de 1941 y la primavera de 1943 como guardián armado en dicho campo de concentración y exterminio, según adelantó hoy la revista alemana Der Spiegel.
Su caso fue investigado por la Oficina Central de las Administraciones de Justicia de los Länder para el Esclarecimiento de Crímenes Nacionalsocialistas, que entregará próximamente a la fiscalía de Dortmund la documentación necesaria para que esta abra el proceso de acusación y prepare el juicio.
El informe de 80 páginas destaca que Samuel K. llevaba el número de identificación 213 como guardián del campo de exterminio de Belzec, en el que trabajaba armado y tenía subalternos a su cargo.
El sospechoso nació en 1921 en la Unión Soviética como miembro de la minoría étnica alemana, entró al servicio de las fuerzas nazis en 1941 tras ser capturado como soldado del Ejército Rojo y tres años después obtuvo la ciudadanía alemana tras mostrar su fidelidad al régimen de Adolf Hitler.
UNO DE LOS MAYORES ASESINOS
Samuel K. está jubilado y vive actualmente en las cercanías de Bonn tras haberse desempeñado, después de la guerra, como funcionario del Ministerio de Urbanismo y Vivienda.
Curiosamente, el sospechoso declaró anteriormente como testigo en varios procesos contra criminales nazis, pero nunca hasta ahora había sido objeto de una investigación personal.
En su contra, testificó un antiguo compañero -ya fallecido- quien afirmó en su declaración que Samuel K. asesinó personalmente a varios judíos, en una ocasión a un miembro de un comando de trabajos forzados y en otra a un prófugo cuando fue capturado.
Un sobreviviente del campo de exterminio de Belzec declaró también que Samuel K. era "uno de los mayores asesinos" de dicho campo, según figura en el informe elaborado por la Oficina Central de las Administraciones de Justicia, en Ludwigsburg.
El caso del ciudadano alemán salió a la luz, según el semanario, con motivo del juicio que se celebra actualmente en Múnich contra el criminal nazi de origen ucraniano, John Demjanjuk, acusado de la muerte de cerca de 28.000 judíos en el campo de exterminio de Sobibor.
Después que algunos funcionarios funcionarios de la Oficina de Investigación Criminal de Baviera interrogaran a Samuel K., investigadores de la oficina de Luswigsburg consiguieron con éxito recabar material en su contra, sobre todo documentación reunida por el Ministerio de Justicia de EEUU en archivos de países de Europa del este.