Alemania elabora una iniciativa para hacer llegar créditos bilaterales a las empresas pequeñas y medianas de España y Portugal que tienen difícil acceso a financiación en sus países, señala hoy el semanario "Der Spiegel".

De acuerdo con la revista, que ve en ello un giro radical de la política de rigurosa austeridad propagada por el gobierno de Angela Merkel, Berlín quiere que el banco público de fomento KfW conceda préstamos globales a sus pares en los países atribulados del sur europeo.

Estos, a su vez, podrían inyectar financiación a la economía real aprovechando los bajos intereses de los alemanes. Los préstamos del KfW serían avalados por el Parlamento alemán, señala la información.


Los funcionarios alemanes trabajan en un modelo de cooperación con el Instituto de Crédito Oficial de España que podría servir de ejemplo para Portugal y probablemente también para Grecia.

Adicionalmente, Alemania podría participar a través del KfW en un fondo de capital de riesgo de 1.200 millones de euros con el que el gobierno de España espera poder movilizar un total de 3.200 millones de euros para inversiones.

El Ejecutivo de Merkel estaría dispuesto a movilizar una cifra inferior a los 10.000 millones de euros. "Creo que deberíamos ofrecer de forma adicional ayudas alemanas bilaterales", cita el "Spiegel" una misiva del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, al titular de Economía, Philipp Rösler.

En la carta, Schäuble propone también relajar la normativa de las ayudas europeas como ocurrió con Alemania cuando tuvo que hacer frente a la reunificación tras la caída del comunismo. "Considero que la situación de algunos Estados de la UE es comparable con la de Alemania en aquel entonces".

El Ministerio de Economía saludó hoy la iniciativa de Schäuble. "La economía real de Europa del sur se verá beneficiada justamente si las empresas pequeñas y medianas tienen un mayor acceso al mercado de capitales", dijo un portavoz en Berlín.

Según el "Spiegel", la razón de este golpe de timón son los escasos resultados de tres años de la disciplina fiscal y recortes propagada desde Alemania, en especial el feroz aumento del desempleo. "Si no actuamos ahora, el sur de Europa corre peligro de perder toda una generación", cita la publicación al entorno de Schäuble.

La iniciativa no emana de puro altruismo, asegura el semanario. La imagen de los alemanes desalmados y rígidos cunde en el sur de Europa y podría causar un daño político irreparable para un país que, además, vive de las exportaciones. Al mismo tiempo, el plan acallaría a pocos meses de las elecciones las críticas de la oposición.

Según el "Spiegel", Berlín está concibiendo una especie de "mini plan Marshall" siguiendo el modelo del lanzado por Estados Unidos para ayudar a la Europa destruida por la Segunda Guerra Mundial.