Alemania rindió homenaje a los once atletas israelíes muertos en 1972 en una toma de  rehenes de un comando palestino durante los Juegos Olímpicos de Munich, una  ceremonia en presencia de políticos, sobrevivientes y cercanos de las víctimas.

La ceremonia se llevó a cabo en el lugar donde concluyó trágicamente la  toma de rehenes, la antigua base militar de Fürstenfeldbruck, 25 kilómetros al oeste de Munich.

"Ese día no fue un ataque contra Israel, un ataque contra los judíos. Fue  un ataque contra todos nosotros. Contra la idea olímpica, la visión de la  libertad y de la paz para todos los seres humanos", declaró, conmovida,  Charlotte Knobloch, ex responsable de la comunidad judía alemana, en un  discurso.

Unos 600 invitados franquearon los importantes controles de seguridad para  asistir a la ceremonia organizada sobre la pista de la base militar de  Fürstenfeldbruck, donde se llevó a cabo el epílogo del drama.  Los discursos se sucedieron en una atmósfera de  recogimiento intenso y un silencio absoluto en el auditorio.

Tras un servicio religioso ecuménico judío, católico, protestante, voces  menos consensuales se hicieron escuchar, expresando la pena y el sentimiento de  injusticia que afecta a los familiares de las víctimas.

"Munich y Alemania siguen relacionados con el día más triste de nuestra vida", declaró Ankie Spitzer, viuda del entrenador del equipo de esgrima Andre  Spitzer. Spitzer fue la primera en ser aplaudida por un público hasta ahora  completamente silencioso.

Luego, Dieter Graumann, presidente del Consejo central israelí de Alemania denunció el "diletantismo desastroso e inimaginable" de las fuerzas de  seguridad alemanas". 

También criticó la "negligencia" y la "liviandad" de los dirigentes deportivos. "Ningún ser humano puede comprender que los Juegos no fueran  interrumpidos inmediatamente", dijo.

El viceprimer ministro israelí Silvan Shalom, también presente, calificó al  5 de septiembre de 1972 como uno "de los días más trágicos del joven Estado de Israel".  

El 5 de septiembre de 1972 al alba, ocho miembros de la organización  palestina "Septiembre Negro" penetraron en el departamento ocupado por la  delegación israelí en la Ciudad Olímpica, donde mataron a dos atletas israelíes  y secuestraron a otros nueve. El objetivo era obtener la liberación de 232 prisioneros palestinos.

La operación de rescate, organizada por los servicios de seguridad alemanes en la base militar, fracasó y culminó con la muerte de los nueve rehenes, un  policía alemán y cinco miembros del comando y la detención de tres palestinos.

En un documental titulado "El Undécimo Día", que presenta el miércoles el  canal ZDF, algunos sobrevivientes relatan lo ocurrido. El documental los muestra en Munich, visitando el estadio olímpico, 40 años después de lo  ocurrido.

Pocos días antes de la conmemoración del cuadragésimo aniversario del  drama, Israel desclasificó decenas de documentos que critican severamente el  operativo alemán. 

La República Federal Alemana no hizo el "mínimo esfuerzo para salvar  vidas", estima uno de los jefes de los servicios secretos israelíes (Mossad) en  uno de estos documentos.

La lista de acusaciones incluye francotiradores equipados con simples  pistolas, vehículos blindados que llegaron tarde y policías sin linternas para  seguir los movimientos nocturnos de los comandos.

Algunos de los documentos dejan también en evidencia fallos en el  dispositivo de seguridad israelí. En julio pasado, el semanario Spiegel había reactivado la polémica acusando  al Estado alemán de haber "maquillado" el fracaso de la operación.

El semanario recordó que la Villa Olímpica estaba protegida por una simple  alambrada, sin otras medidas de seguridad.

El jefe de la policía de Munich había dicho en aquel entonces que temía que  una fuerte presencia policial evocara el clima de los Juegos Olímpicos de  Berlín, organizados en 1936 por el régimen nazi de Adolf Hitler.

Por su lado, el presidente del Comité Olímpico alemán había estimado que  las medidas de seguridad no debían convertir la Villa Olímpica en un "campo de  concentración".