Alemania y Francia intensificaron el lunes su ofensiva para que la zona euro pueda rechazar los presupuestos de los países miembros que violen las normas fiscales del área, mientras la presión de los mercados cedía por la esperanza de que Italia y España reciban ayuda.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico sostuvo que el Banco Central Europeo debería bajar su tasa de interés y aumentar sus compras de bonos para restaurar la confianza en la zona euro, cuya crisis, dijo, ya representa el principal riesgo para la economía mundial.
Los ministros de Finanzas de la zona euro se reunirán el martes en Bruselas para aprobar los detalles del apalancamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, con el que se busca detener el contagio de la crisis, y para dar curso a un tramo clave de ayuda para Grecia.
Berlín y París aspiran a dar a conocer sus propuestas para que la zona euro avance hacia una unión fiscal antes de la cumbre de la Unión Europea del 9 de diciembre, vista cada vez más por los inversores como la última oportunidad de evitar que la zona euro se parta en dos.
"Estamos trabajando intensamente para crear una unión de estabilidad", dijo el Ministerio de Finanzas de Alemania en un comunicado. "Eso es lo que queremos asegurar con estos cambios al tratado, en los que proponemos que los presupuestos de los estados miembros deben cumplir con los límites de deuda", agregó.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, reconoció el domingo que no sería posible que los 27 países de la UE respalden los cambios al tratado pero que sí se buscaría que sean apoyados por las 17 economías que forman parte de la zona euro.
"¿FIN DEL EURO?"
En Francia, el ministro de Agricultura Bruno Le Maire dijo que los países de la zona euro tendrían que resignar parte de su soberanía presupuestaria para salvar a la moneda común de los "especuladores".
"No seremos capaces de salvar al euro si no aceptamos que los presupuestos nacionales tendrán que estar un poco más controlados que en el pasado", declaró el ministro a la radio Europe 1.
"Estamos en una guerra económica con varios especuladores poderosos que han decidido que les conviene el fin del euro", sostuvo Le Maire.
Entregar poderes fiscales a la Comisión Europea es un tema sensible en Francia, donde rige una tradición nacionalista.
Le Maire reconoció que Francia y Alemania aún estaban distanciadas por el debate en torno al rol del BCE en la crisis, pero dijo que "se tendrá que llegar a un acuerdo".
En los mercados financieros, el euro recuperaba terreno tras caer bajo los 1,33 dólares en Asia, pero el alivio sería temporario, ya que fue impulsado por un reporte que sostenía que el Fondo Monetario Internacional podría prestarle 600.000 millones de euros a Italia. La información fue posteriormente desmentida por el FMI.
"No hay discusiones con las autoridades italianas sobre un programa para financiamiento", dijo un portavoz.
La Comisión Europea sostuvo además que Italia no había pedido ayuda financiera y que no había conversaciones a nivel europeo sobre un posible rescate.
Un grupo de inspectores del FMI visitará Roma esta semana para analizar las finanzas públicas de Italia, luego de que el ex primer ministro Silvio Berlusconi aceptara a inicios de este mes la supervisión del fondo sobre las reformas prometidas.