Rosario, definida como la cuna de la bandera argentina y de donde salieron importantes figuras transandinas como Fito Páez, Roberto Fontanarrosa, Lionel Messi y Marcelo Bielsa, ha llegado a ser comparada con Ciudad Juárez, en México, o Medellín, en Colombia, por el fuerte crecimiento de las bandas del narcotráfico. Eso, al punto de que las muertes relacionadas con estos delitos rondan las 170 en lo que va del año y a que en octubre pasado la casa del gobernador de Santa Fe (cuya capital es Rosario), Antonio Bonfatti, fue blanco de 14 disparos, en un aparente intento de los grupos criminales del tráfico de estupefacientes por amedrentar a la máxima autoridad de la provincia.

El domingo pasado, el programa televisivo Periodismo para todos, que conduce Jorge Lanata, abordó el caso de Rosario y la llegó a definir como "la Medellín argentina", en referencia a la ciudad de donde surgió el capo Pablo Escobar, debido a que la capital santafecina está "tomada" por el narcotráfico. El programa mostró las filas que se forman para comprar drogas, las peleas a plena luz del día de las bandas en disputa por territorios y los cadáveres que quedan tirados por las calles.

La presencia del narcotráfico en Rosario, ciudad de un millón de habitantes, se refleja en las cifras de homicidios, que en lo que va del año ya sobrepasaron los 210, lo que representa una tasa de 21 por cada 100 mil habitantes. Eso está muy por sobre la tasa nacional argentina de homicidios, que es de 5,8, según el reciente informe regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud). A modo de comparación, la Región de Valparaíso, que tiene 1,7 millones de habitantes, registra 93 homicidios en lo que va del año.

A comienzos de mes, el diario Clarín aseguró que de los fallecidos por homicidio en Rosario, más de 60 eran menores de edad, muertos en actos relacionados con la venta de droga. Eso, porque las bandas narco utilizan a niños y jóvenes para atender los búnker desde donde se vende droga.

El miércoles, el ex canciller Rafael Bielsa, hermano del ex entrenador de la selección chilena de fútbol, comparó la situación de Rosario con la de Ciudad Juárez y acusó una connivencia del poder político y de las fuerzas de seguridad con el narcotráfico en Santa Fe. "El problema es el encubrimiento político o judicial", sostuvo. Tras la detención del jefe de policía de Santa Fe, en 2012, la cúpula provincial fue descabezada y en los dos últimos meses al menos 10 oficiales de esa dependencia han sido detenidos, acusados de estar vinculados con la banda narco "Los Monos", la más poderosa de la provincia.

La preocupación por el aumento del narcotráfico en Argentina hizo que la semana pasada la Iglesia Católica emitiera un documento donde expresó su preocupación, y hace tres días la Corte Suprema pidió al gobierno de Cristina Fernández medidas enérgicas, el aumento de los controles fronterizos y una mejora en el sistema carcelario.