"Siempre hay que darle una vuelta a todos los programas, porque la gente se aburre de ver lo mismo", explica Andrea Vargas, productora ejecutiva de Alerta máxima, el espacio de Chilevisión que regresa el lunes 19 a las 22.30 horas.
En esta nueva temporada, la quinta, el programa de telerrealidad no estará centrado en carabineros, gendarmería o bomberos, como en ciclos anteriores, sino que su foco estará en el Samu, el encargado de otorgar la atención de urgencia.
Son siete meses los que el equipo que lidera Vargas lleva grabando junto al Samu, en Santiago, el norte y el sur, y siguen en esa dinámica a pesar de que ya están listos para regresar a la pantalla. Los de Alerta máxima han acompañado a los paramédicos de la institución durante días enteros, en sus respectivos turnos, seis días a la semana, para captar de la forma más cercana posible lo que ocurre cada vez que reciben un llamado.
"Hace tiempo que quería hacer un programa del Samu. Primero, era la institución que nos faltaba y lo que ellos hacen es muy importante, y, además, es transversal a todos los chilenos. Son los primeros que llegan y te atienden, independiente de si tú tienes isapre o fonasa", asegura Vargas.
Al comenzar a trabajar en la nueva temporada, la productora ejecutiva -que también lidera otro de los caballitos de batalla de Chilevisión, Manos al fuego-, decidió darle a los capítulos "un tratamiento distinto". Este cambio, Vargas lo fundamenta así: "Le dimos un enfoque distinto porque es un tema sensible". Y parte de este cambio fue no contar con el emblemático conductor del espacio, Carlos López, e integrar a Felipe Vidal a Alerta máxima.
Más que en los casos que son atendidos por el Samu, el programa se centrará en los funcionarios y serán ellos mismos los que relaten lo que está ocurriendo desde que reciben la llamada hasta que dejan el lugar. Incluso la cara de los involucrados esta vez será tapada ante la cámara.
"El mayor giro que le dimos a esta temporada está en no fijarnos en los ciudadanos, sino en los funcionarios. En cómo se mueven por la ciudad en medio de los tacos, y cómo también se movilizan en helicópteros, por ejemplo", explica Vargas y sigue: "Está más enfocado en la función del paramédico, en cómo trata de salvar una vida y no en el paciente. No veremos sangre, o solo un poco, en su mínima expresión, diría yo".
Cada vez que Alerta máxima está en pantalla, el equipo de Vargas debe lidiar con las críticas que acusan al programa de morboso y sensacionalista. Frente a esto, la productora afirma: "No es morbo lo que mostramos, esta es la realidad de la calle. Si le estamos dando un giro ahora es porque decidimos darle un cuidado editorial distinto porque el tema es muy sensible. Como programa mostramos la realidad, lo que pasa".