Los bombardeos y batallas no paran en Siria, lo que ha dejado a familias sin hogar, sin medicamentos y ahora sin comida.
Las últimas raciones de alimentos que la ONU distribuyó en julio en la ciudad de Alepo oriental están siendo repartidas esta semana entre los ciudadanos más necesitados y para la próxima semana no habrá más comida para entregar, alertó hoy la organización internacional.
"Hay familias que no han recibido comida en semanas. La situación es realmente desesperada", dijo en una rueda de prensa el responsable de la asistencia humanitaria de la ONU en Siria, Jan Egeland.
Actualmente existen 250.000 personas que viven en los barrios de Alepo y que cuentan con fuerte presencia militar del presidente sirio Bashar al Asad y la ONU dijo que desde julio que no han podido hacer llegar la ayuda debido a la falta de apoyo de las partes que tienen tomado el terreno.
Es por esto que la semana pasada propusieron una nueva iniciativa que pretende que autorizar la entrega de ayuda médica en cuatro puntos de la ciudad, como asistencia humanitaria, evacuación de 300 enfermos y heridos y la entrada de personal médico.
"Necesitamos la luz verde de todas las partes en el terreno. Necesitamos garantías de seguridad", destacó Egeland, que precisó que hay 20 camiones que esperaban en la frontera de Turquía.
"Se trata de la peor crisis humanitaria, crisis de refugiados y conflicto desde hace una generación", dijo Egeland.
El funcionario dijo que Alepo oriental es una de las zonas que más les preocupa, ya que el invierno se está acercando al país árabe y que será el peor que afectará a la ciudad.