Esta noche, Alexis Sánchez se sentirá en casa. No sólo por el masivo respaldo que la Selección tendrá en las tribunas del estadio Monumental. También por el dulce recuerdo de su campaña en el mismo recinto, en el que brilló con la camiseta de River Plate entre 2007 y 2008.
Al cuadro de la banda sangre, el tocopillano llegó cedido por Udinese. Debía sumar experiencia para volver consolidado a Europa. En la banca lo esperaba Diego Simeone, el mismo entrenador que ahora, cuando ya es una estrella a nivel mundial, sueña con volver a recibirlo en Atlético de Madrid.
En su paso por River, Sánchez jugó 31 partidos y marcó cuatro goles. Esa producción le bastó para ganarse el corazón de los fanáticos quienes le dedicaban el mismo coro que a Marcelo Salas: "Chileeeno, Chileeeeno".
En la antesala del duelo, el Niño Maravilla tuiteó un emotivo mensaje en el que muestra su felicidad por volver a jugar en la que "un día fue mi casa". Los hinchas de River le devolvieron el gesto invitándolo a volver "cuando quiera", agregando que las puertas del club "están abiertas" para él.
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