24 de julio: en solitario

La llegada a Inglaterra no fue fácil y se demoró más de lo previsto por problemas con el visado. Se perdió la gira del equipo por Austria y tuvo que entrenarse en solitario en el campo de Colney, a media hora de Londres dirección norte. El jueves 24 de julio pisó por primera vez el campo de entrenamiento, ya con el escudo del Arsenal en el pecho. Dos semanas antes, el día 10, el club inglés había anunciado llamativamente el fichaje en la página web.

Una sesión con el equipo y debut en casa. El sábado 2 de agosto Arsène Wenger le dio los últimos 15 minutos. El Emirates en pie le regaló una ovación de bienvenida aquella tarde en la que el Arsenal despachó al Benfica por 5-1 en la Emirates Cup. Fue el único día en el que pasó por la zona mixta.

Rendimiento creciente

El retraso en la preparación provocado por el visado tuvo su incidencia ya que Wenger no quiso apresurarse con él. En el primer partido oficial jugó el primer tiempo. Fue el 10 de agosto en la Community Shield que el Arsenal ganó al Manchester City por 3-0.

En el estreno liguero el Arsenal ganó 2-1 al Crystal Palace y Alexis dio a Koscielny la asistencia del primero. La previa de la Champions asomaba y el chileno fue pieza importante en el equipo, aunque le dosificaran. Con la eliminatoria europea contra el Besiktas en el horizonte, sólo disfrutó de los primeros 45 minutos contra el Everton. El técnico le reservó y la apuesta fue efectiva. Y es que un gol del tocopillano en la vuelta contra los turcos, el primero con la camiseta gunner, valió una clasificación agónica para la fase de grupos.

En este cuento de hadas hubo un momento delicado. En un partido plácido que los londinenses se llevaron por 0-3, no hubo minutos para él. Sí los hubo, en cambio, en el partido de la Capital One Cup contra el Southampton, uno de aquellos que no todos los futbolistas quieren jugar. Marcó un golazo de tiro libre pero su equipo cayó eliminado. "Estaba rabiando en el vestuario. A algunos parecía que la derrota no les importaba tanto, pero él estaba enfadadísimo. No le gusta perder nunca", cuenta un testigo de la escena.

El gol no le valió y el fin de semana siguiente, en el partido contra el Tottenham, el archirrival, fue suplente. Jugó 38 minutos del segundo tiempo, revolucionó el ataque y empezó la jugada del gol del empate.

Desde entonces ha despegado en todos los sentidos. Se le nota con confianza y se percibe que ha asumido el liderazgo ofensivo. Desde aquél duelo contra los Spurs ha sido titular en los cinco partidos de octubre en los que ha marcado cuatro goles y ha repartido dos asistencias.

La llegada de Welbeck, delantero centro que fija a las defensas, le ha dado más espacio en las bandas, donde luce regate y velocidad y desde donde proyecta venenosas diagonales.

Admiración total

En el campo cada vez transmite mejores sensaciones, independientemente de los números, pero los datos hablan por sí solos. Ha jugado en 15 de los 16 partidos oficiales que ha jugado el Arsenal hasta el momento. Acumula 1.148 minutos, con una media de 72 por partido. Ha marcado ocho goles, todos con la derecha, que dan un promedio levemente superior a uno cada dos encuentros.

Hubo días en los que se esperó más de él, pero la respuesta inmediata sobre el césped ha sido satisfactoria. Cuentan en la tienda del Arsenal que la camiseta más vendida es, con diferencia, la suya. Los días de partido se ve a multitud de chicos con el 17 en la espalda. Alexis también barre en las encuestas y, tanto en septiembre como en octubre, los aficionados le han votado como mejor jugador del equipo.

De él, Wenger ha dicho que "saca ventaja de cualquier error gracias a su supercalidad. Es muy rápido con el balón en los pies y por eso hace lo que otros no pueden". Arteta, capitán pistolero, está "encantado" con su fichaje. El mediocampista apunta que Alexis "tiene mucha técnica y es rapidísimo" mientras que Giroud resalta tres cualidades de su compañero: "La velocidad, la habilidad y el disparo".

Eso es lo que cuentan ante los micrófonos. Pero si hay algo que realmente admiran de él es su dedicación. "Alexis siempre quiere entrenar. No le gustan las prácticas de recuperación, siempre quiere entrenar al máximo, incluso en las sesiones voluntarias", explica una fuente del club. "Ya está cabreado, porque no hay entrenamiento", comentan los compañeros entre ellos los días de baño y masaje. En resumen, como asegura otro testigo del día a día, "es un ganador que siempre quiere ser el mejor. Hoy quiere ser mejor que ayer".

Su vida en Londres

Llegó acompañado de Laia, su novia catalana, y de algunos amigos con los que compartió los primeros días. Cenó un par de veces con los hispanoparlantes del equipo en un exclusivo restaurante japonés de Mayfair. También se le vio aparecer por Covent Garden, uno de los lugares más concurridos de la ciudad. Aparcó el Range Rover negro en Garrick Street para comer en la parrillada Clos Maggiore.

Recientemente presenció el QPR contra Aston Villa. De incógnito, para que nadie le reconociera, fue a Loftus Road a ver jugar a Eduardo Vargas y Mauricio Isla, sus compañeros en la Selección. Son algunas de las contadas salidas que se ha permitido. Es un tipo hogareño y, quizá por eso, anda buscando la casa en la que sentirse plenamente cómodo.

Le gusta ir muy bien vestido y presentado, comentan en el camarín. Se corta el pelo muy a menudo y le gusta la ropa cara. En las concentraciones juega al Call Of Duty o al FIFA, escucha reggaeton o canciones comerciales inglesas e introduce el mate entre los compañeros. Por cierto, progresa adecuadamente con el inglés. "Habla con la gente. Le cuesta, pero ha mejorado mucho. Se nota que tiene ganas de aprender", reconocen desde el club. Aún así mantiene intacta su fama de bromista.