El 5-1 de la ida en Múnich hace que en Londres casi no se hable del choque ante Bayern. La misión para Arsenal se ve como imposible, más considerando el bajo rendimiento de las últimas semanas. Y el quiebre que se evidencia en la institución por la figura, Alexis Sánchez.
Sobran señales para captar que el lío de la renovación con los Gunners, donde termina contrato en 2018, está en punto muerto. Y más que muerto, finalizado. En Inglaterra ya dan por hecho que el delantero será transferido a mediados de año, y todo se transformó en un contexto más complejo con la inesperada suplencia del sábado. Aunque para Wenger, esta decisión no tuvo nada de anormal.
"Ya lo expliqué después del encuentro en Liverpool. Decidí jugar de forma más directa, y ésa es la única razón por la que tomé esa decisión.Cuando no se ganan partidos siempre surgen historias que no son reales y toca aceptarlo. Todo esto es completamente falso, pero entiendo que haya que llenar las páginas de los periódicos y lo respeto", declaró el francés, ayer, en conferencia de prensa. El entrenador hacía referencia a la publicación de The Guardian, donde se afirmó que Maravilla dejó una sesión de práctica de la pasada semana y se enfrentó con sus compañeros. "Mi relación con él es honesta y normal, igual que la que tengo con todos los demás futbolistas. A Alexis le quedan 15 meses de contrato aquí, así que la decisión sobre si seguirá o no la tomará única y exclusivamente el Arsenal, nadie más", sentenció Wenger.
Lo concreto es que el técnico ha perdido crédito en Inglaterra con sus resultados y determinaciones, y además con miras a la finalización de su vínculo a mediados de este año. Hoy, al frente, chocará ante un conjunto de Arturo Vidal que vive un momento absolutamente diferente. Bayern Múnich se distanció a siete puntos del escolta Leipzig en la Bundesliga, y la tremenda diferencia que consiguió en la ida jugada en el Allianz Arena tranquiliza a cualquiera.
"Éste puede ser un buen momento para demostrar que estamos enfocados desde el principio y que queremos ganar. No consideramos la ventaja que tenemos, es importante, pero lo más importante es jugar bien los 90 minutos. Queremos jugar un buen partido en nuestro mejor nivel y usar nuestra identidad para tratar de ganar", aseveró Carlo Ancelotti, quien en la conferencia puso de ejemplo la Champions 2003-2004: su Milan había ganado en la ida por 4-1, pero Deportivo La Coruña lo eliminó de cuartos final al ganarle por 4-0 en la revancha.