El martes más de 200 mil personas conocerán sus resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), momento en que comienza una etapa igual o quizás más importante que la rendición del test: elegir una carrera y dónde se estudiará.
Ese proceso, según los expertos, debe ser realizado con calma para no tomar decisiones que puedan afectar de manera negativa el futuro académico y laboral. Por ello, la etapa de postulaciones se inicia el 26 de diciembre a las 9.00 y finaliza el 30 a las 13.00.
Uno de los consejos para los futuros estudiantes de la educación superior, tanto para quienes ingresen a instituciones vía PSU como para aquellos que opten por planteles fuera de ese sistema, es fijarse en la acreditación de las instituciones, porque refleja la calidad que ofrece, según indica el presidente de la CNA, Alfonso Muga.
¿Cuál es la importancia que tiene la acreditación institucional?
El aseguramiento externo de la calidad en instituciones de educación superior es un respaldo para los estudiantes y sus familias, respecto de que la entidad respectiva cuenta con los recursos académicos necesarios para responder por la formación que ofrece y de si cumple o no lo que promete.
Hoy la acreditación de carreras no es obligatoria, ¿debería serlo y por qué?
Hay acreditaciones de carreras que son obligatorias: todas las pedagogías y medicina. Las restantes son de acreditación voluntaria. La voluntad de las instituciones que han alcanzado un mayor nivel de madurez está en acreditar una cantidad creciente de carreras. Esto tiene, al menos, un par de razones: la realidad de las carreras en una misma institución es heterogénea en materia de calidad y en la medida en que una institución impulsa la acreditación de carreras la cultura de calidad va impregnando todos los niveles institucionales. Una misma institución puede tener carreras de calidad buena y otra regular. Y esa heterogeneidad al interior de una institución es una información que necesita ser trasparentada.
El 67% de la matrícula de pregrado asiste a carreras acreditadas, ¿qué nos dice esta cifra?
Nos ratifica que tanto los estudiantes como sus familias están tomando nota de la información que brinda la acreditación. Aunque estamos conscientes como comisión que hay sectores para los que los antecedentes disponibles no son apropiadamente valorados. Hemos impulsado planes de difusión, especialmente destinados a sectores más vulnerables, con la finalidad de contribuir a que se ocupe la información disponible para seleccionar planteles y carreras acreditadas de modo de garantizar un acceso en áreas de formación, tanto técnicas como universitarias, que respondan a los anhelos, capacidades y talentos de los postulantes. Por cierto, aspiramos a que esa cifra de matrícula que menciona siga creciendo, al igual que la de las instituciones y carreras acreditadas en el país.
El 48% de las instituciones no está certificada por la CNA. En tal sentido ¿cree usted que debería permitirse la existencia de planteles sin acreditación?
Pese a no ser obligatoria, la acreditación ha tomado importancia para las instituciones y prueba de ello es que en la publicidad destacan ampliamente sus años de acreditación. A juicio del gobierno y de los legisladores, una cuestión que la CNA comparte, la acreditación de las instituciones debería ser obligatoria y es por eso que se está avanzando en una reforma legal que así lo establece.
¿Qué opinión tiene la comisión del contenido del proyecto de educación superior, donde se regulará el aseguramiento de la calidad?
La CNA ha expuesto sus puntos de vista sobre algunos de los temas tratados en la reforma, los cuales han quedado a disposición del Ejecutivo y de los parlamentarios. Y confiamos que esto se traduzca en indicaciones.
¿Qué aspectos son prioritarios para ustedes?
Que exista una acreditación integral obligatoria de las instituciones de educación superior desde el nivel técnico al universitario. Estimamos que eso es posible.
¿Qué está en juego para un estudiante si se matricula en instituciones sin acreditación o con baja certificación?
Además de ser una garantía de formación, en el sentido amplio, la acreditación institucional -esto es, la certificación de la casa de estudios- es un requisito indispensable para la postulación a los beneficios que entrega el Estado o que tienen al Estado como garante. Es también una referencia adicional al momento de acceder al ejercicio profesional en el que la calidad de la formación recibida por los postulantes y los méritos objetivos exhibidos debiese importar más que sus redes sociales. Se trata de no llegar y elegir siguiendo informaciones de amigos o redes sociales, sino de elegir mejor y esto es mirando la acreditación institucional y, además, la acreditación de la carrera en que el postulante se quiere matricular. Para elegir mejor es apropiado incorporar la mayor cantidad de información posible sobre la institución y sus carreras.