Hace más de una semana que Alfredo Moreno se encuentra en Rusia. El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) está en Moscú en calidad de director de la Escuadra Ecuestre Palmas de Peñaflor, que por estos días se presenta con éxito en la Plaza Roja. Para hoy está programada su última actuación y ya mañana los chilenos estarán viajando de regreso a Chile. Pese a los más de 14.000 kilómetros que separan a Rusia de nuestro país, Moreno no se abstrae de la contingencia nacional y desde allá se refiere a la inédita renuncia del equipo económico.
¿Qué le parece?
Es la culminación de una diferencia de opinión entre el equipo económico y una parte del gabinete, y también de la coalición de gobierno. Que esto haya terminado de esa manera me parece una mala noticia para Chile y para la economía. El ministro Valdés y también el ministro Céspedes intentaron hacer un esfuerzo serio para que las cosas se hicieran lo mejor posible, sin mucho éxito, pues hemos tenido proyectos -y posiciones- que han sido varios de ellos negativos. Que sean ellos quienes abandonen el gobierno es lamentable.
¿Esperaba que lo hicieran? Algunos pensaban que con todas las dificultades que tuvo, Valdés incluso pudo renunciar mucho antes...
Siempre el momento es una sorpresa, pero esto es el final de un proceso largo en que se fueron acumulando muchas situaciones en que Rodrigo Valdés terminaba haciendo cosas que no estaban en línea con sus pensamientos.
Al irse, Valdés dijo que había un sector en el gobierno que no tenía entre sus prioridades el crecimiento. ¿Comparte esa visión?
No creo que en Chile haya gente a la cual no le interese el crecimiento; tampoco creo que haya personas a las que no les interese que la gente en su conjunto esté mejor o que no le interese que el medioambiente sea cuidado. El tema está en cómo se logran y compatibilizan las cosas.
¿No concuerda con Valdés?
En el último período, se ha pensado que el crecimiento era algo que estaba más o menos conseguido, producto de varios años y décadas en que Chile tuvo un crecimiento importante. Pero se olvidaron de que se logró porque se hicieron las cosas bien. Y ahora que no hemos hecho las cosas bien, estamos viendo la consecuencia de un crecimiento muy bajo. Quizá tan preocupante como eso es tener tasas de inversión que caen y caen, lo cual significa que se está hipotecando el futuro de la economía chilena y de las personas, no solamente ahora, sino también de los próximos años. El problema es que no se capta la gravedad de eso.
Quedó demostrado que todos los peligros que se hicieron ver frente a las reformas que se planteaban han resultado ser verdaderos en la práctica. Con la reforma tributaria, con la laboral, con los temas educacionales, se advirtió que los incentivos no eran adecuados y que iban a causar un impacto, pero se actuó como si eso no fuera así.
¿Este gobierno ha despreciado el crecimiento?
Me comentaron que Nicolás Eyzaguirre dijo que en parte de la coalición había una profunda desconfianza hacia el sector privado y las empresas; eso, sin duda, influye. Al final, es desconfiar de las personas, que son las que emprenden, las que trabajan, las que tienen su negocio; si desconfiamos de eso lo estamos haciendo de la única herramienta posible para producir el desarrollo de un país. Son las personas, organizadas en empresas, las que producen la riqueza de los países, nunca un Estado ha producido riqueza. El Estado puede ayudar a regular, a organizar.
¿Cuál es el daño al país de cambiar al equipo económico a siete meses de que termine el gobierno?
Lo importante es lo que refleja el cambio, que ha habido importantes diferencias de opinión. Lo relevante es que el que esté ahora sea capaz de convencer al resto y llevar adelante las buenas decisiones económicas.
¿Lo ve factible? ¿Cree que algo va a cambiar?
Quiero creer que sí. Nicolás Eyzaguirre y Jorge Rodríguez son personas experimentadas, conocedoras del aparato público. A poco de asumir el nuevo ministro Eyzaguirre dijo que su objetivo era crecimiento, crecimiento, crecimiento. Esperemos que sea exitoso en llevar esa intención a la práctica. Este gobierno tiene poco tiempo y del sector privado va a recibir todo el apoyo que pudiera necesitar.
Hace una semana, Eyzaguirre dijo que el gobierno había tenido "mala pata", porque más que las reformas, lo que ha incidido en el bajo crecimiento han sido los factores externos.
Discrepo de eso. Efectivamente, la realidad internacional de este gobierno ha sido algo peor a la que había. El precio del cobre ha estado mucho más bajo de lo que estuvo en el período anterior, pero a su vez, el precio del petróleo está mucho más bajo del que habíamos tenido en el último tiempo y ahí hay un beneficio. El crecimiento del mundo ha estado mucho mejor que el crecimiento de Chile, y si bien los elementos internacionales han sido algo más negativos que los que teníamos antes, la mayor parte de lo que ha sucedido en Chile en los últimos años es autoinducido.
Chile tuvo décadas de crecimiento muy importante, pero eso fue producto de buenas políticas; si en cambio tenemos malas políticas, entonces tendremos un bajo crecimiento.
Eyzaguirre también dijo que la recuperación de la economía ya se está produciendo y que beneficiará al siguiente gobierno.
Lo importante no es lo que pase en las condiciones externas, lo que verdaderamente importa es qué podemos hacer nosotros. Internamente, no estamos haciendo las cosas como se debería, y si seguimos así, Chile va a seguir creciendo mucho menos de lo que podría crecer. Hoy, Chile crece por debajo del mundo, del continente, en circunstancias que éramos el país que más crecía en el continente y que estaba siempre bien ubicado en los rankings internacionales. Por supuesto que cuando las condiciones externas están buenas creceremos más, y cuando están más malas, lo haremos menos, pero esos son vaivenes, lo importante es lo que logremos en un período largo y eso depende de las buenas políticas y del esfuerzo de los chilenos.
O sea, esto no depende de la "buena y mala pata"...
El crecimiento de Chile de largo plazo y en forma permanente no depende de la buena o mala pata, esto es como todo en la vida: los buenos resultados son fruto del trabajo.
Eyzaguirre es recordado como un buen ministro de Hacienda de Lagos, pero en este gobierno recibió críticas en Educación y Segpres. ¿Espera que sea como el Eyzaguirre de la época de Lagos?
Espero que en Hacienda volvamos a la política de hacer las cosas profesionalmente muy bien y ojalá tenga el apoyo del resto del gobierno y también de la coalición.
La Presidenta dijo que el crecimiento no puede ser a espaldas de la gente ni que era sólo números. ¿Qué piensa?
Nadie en Chile discrepa de eso. Todos queremos crecimiento y que ese crecimiento dé más oportunidades a la gente, que permita darles progreso y desarrollo a todos, y recursos para apoyar a los más débiles; el tema de discusión es cómo se consigue. Si uno pretende conseguirlo con todas esas características, pero sin inversión, eso no es posible. Tampoco es posible sin tener confianza en lo que realicen y emprendan las personas y las empresas.
¿Qué marcará la gestión del nuevo equipo económico?
Estamos en un período electoral que es difícil, intentemos que los proyectos que están sobre la mesa sean hechos de la mejor forma posible. El otro desafío es la Ley de Presupuesto 2018, mantener la austeridad fiscal.
¿Espera que con Eyzaguirre los empresarios sean más escuchados?
Con Valdés teníamos una interacción bien fluida, el problema es que no había posibilidad de convencer al resto. Ojalá Eyzaguirre tenga mayor efectividad.
Tras el rechazo al proyecto Dominga, ¿se ha politizado el debate ambiental?
En este caso particular, hay un componente político que está sobre los elementos técnicos. Lo que se espera es que cuando un proyecto cumple con todos los requisitos que exige la institucionalidad ambiental, se apruebe. Y cuando no cumple, no se apruebe.