A las 11 horas de mañana llegará al despacho de Sebastián Piñera el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic. En la cita, el obispo presentará al Mandatario la propuesta de Indulto Bicentenario, que según ha trascendido, no hace distingo entre civiles y militares vinculados a violaciones a los DD.HH. Una iniciativa que en los últimos días ha perdido apoyo del mundo político, y que ha motivado el análisis de nuevas opciones, como la entrega de beneficios carcelarios distintos al indulto.
Rebajas de penas, salidas dominicales y programas de reinserción laboral son algunas de las alternativas que se barajarían en este ítem, y que cuentan con el apoyo de la Alianza.
"El indulto puede mirarse de muchas formas", dijo el senador UDI Hernán Larraín tras el comité político de ayer en La Moneda. "Los beneficios carcelarios existen y hay que analizarlos caso a caso", señaló, en tanto, el RN Alberto Espina. El timonel de ese partido, Carlos Larraín, abogó en tanto porque los beneficios se apliquen a civiles y militares.
La propuesta de la Iglesia comenzó a perder apoyo político la semana pasada. Al rechazo permanente de la Concertación, se sumó la opinión personal del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien en su comparecencia ante la comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados se mostró contrario a la facultad del indulto presidencial. Y señaló que "a veces la Iglesia hace planteamientos en campos que no son los estrictamente propios de la confesión religiosa". Días después, la UDI también se desmarcó de la propuesta, luego que su presidente, Juan Antonio Coloma, señalara que "en lo personal" no era partidario de otorgar un indulto masivo.
En Palacio -donde el tema está a cargo de los ministros Cristián Larroulet y Felipe Bulnes- admiten que el debate genera incomodidad y que no hay piso político para impulsar la propuesta eclesiástica. No sólo porque contradice la agenda de seguridad pública, sino también porque ven con recelo el simbolismo que contiene beneficiar a ex militares condenados. "El indulto no forma parte de nuestro programa de gobierno", recordó ayer el titular de Justicia.
Por eso, en el Ejecutivo asumen que pueden haber fórmulas alternativas -como el otorgamiento de beneficios carcelarios- más abordables. En esa lógica se enmarca, por ejemplo, la propuesta que presentará el viernes la Iglesia Evangélica, en que se busca establecer un mecanismo que fomente la reinserción laboral.
Los beneficios alternativos también están contemplados en un informe elaborado hace un mes por el ministro de Defensa, Jaime Ravinet. El documento analiza los criterios que se deben tomar en cuenta a la hora de dar beneficios a ex uniformados, aunque subraya que cualquiera que éstos sean, no serán aplicables a condenados a presidio perpetuo simple, calificado, o a más de una pena afictiva.