Con "Them Bones", Alice in Chains, una de las más importantes bandas salidas de Seattle en los años noventa, tuvo su debut en Chile, un show que por muchos años los fans del Grunge creyeron imposible. Primero por su separación en 2002, y luego por la muerte del histórico vocalista Layne Staley el mismo año.
Pero hoy la banda reunida, con William DuVall en voz, cumplió el sueño de muchos fanáticos. DuVall estaba conciente de esto y tras "It's Your Decision", del disco Black Gives Way to Blue el primero que grabó junto a la banda, comentó "Sabemos han esperado mucho tiempo".
Pero fue quizás debido al frío de la tarde que el público demoró en reaccionar. Eso comenzó a ocurrir con canciones como "Got Me Wrong", "Down in a Hole" y "Angry Chair". Ya con "Man in the Box" la audiencia, y no sólo las primeras filas, comenzaba a saltar y cantar.
Pero fue con "Rooster", que tuvo de invitado a Duff McKagan en bajo y al histórico líder Jerry Cantrell vestido con una polera de Chile, que la afición salió a relucir de mejor manera. "Tras No Excuses", que tuvo un karaoke masivo, DuVall dijo en un rudimentario castellano "Alice in Chains definitivamente los ama", que vino a reforzar lo dicho antes por Cantrell de que volverán.
El final, minuto en que DuVall portaba una bandera chilena, llegó con la canción más cantada y emotiva del set: "Would?"
Al igual que para las presentaciones de Down y Black Rebel Motorcycle Club, el set de Alice in Chains tuvo una dificultad externa: el viento, quizás la mayor pesadilla de los técnicos encargados de asegurar la calidad del sonido.
Cornell Desenchufado
En su tercera visita al país, Chris Cornell dio un giro acústico en un set en que no sólo mostró su material solista con temas como "Can't Change Me", sino que se se paseó por su trabajo con Soundgarden -"Fell on Black Days" y "Black Hole Sun"-, Temple of the Dog -con una "Hunger Strike" en que no deja de echarse de menos la voz de Eddie Vedder-, y Audioslave -"Doesn't Remind Me" y "I'm the Highway", dedicada a su señora-.
Además, el cantante que en un minuto contó apenas con la compañía de Alain Johannes, se dedicó a tributar a Led Zeppelin con "Thank You", "Imagine" de John Lennon y a los mismísimos Fab Four con "A Day in the Life". Su set, que entusiasmó al público a pesar del cambio en revoluciones, terminó diez minutos antes de su horario original, las 22:00 horas.