En una magnífica demostración, sobre todo durante la primera parte, Nueva Zelanda derrotó a su vecina Australia (54-34) en Sidney, en el primer partido del Rugby Championship, que se convirtió en el más prolífico en la historia de los enfrentamientos entre ambas potencias del Hemisferio Sur.
Los All Blacks dominaron la fracción inicial (40-6) antes de que los Wallabies anotasen cuatro tries después de la reanudación. En total se vieron 12 visitas al ingoal.
Los australianos lograron al menos evitar la derrota más amplia de su historia (43-6 en 1996).
En el primer período prácticamente cada ataque de los All Blacks culminaba en un ensayo. Al descanso los visitantes ya se habían apuntado seis tries. Dos más, de Damian McKenzie (43') y de Ben Smith (48'), llevaron un 54-6 al marcador e hicieron temer lo peor para Australia.
Pero los campeones del mundo se relajaron y los locales, con su orgullo herido, reaccionaron con cuatro tries en 15 minutos.
Aunque la derrota quedó maquillada, se confirmó el mal momento que atraviesa el rugby australiano, cuyos clubes han perdido los últimos 26 duelos ante sus homólogos neozelandeses en Super Rugby.
Así lo corroboró el público en el estadio Olímpico. Los 54.856 espectadores dejaron la entrada más escasa de la historia en el recinto para presenciar un partido ante los All Blacks.
Argentina, en tanto, perdió ante Sudáfrica (37-15), en un partido disputado en el Nelson Mandela Bay de Port Elizabeth en el que los Springboks, quienes llegaban en racha, se mostraron muy superiores al combinado albiceleste.
Por Los Pumas apoyaron Martín Landajo y Emiliano Boffelli, mientras que Elton Jantjies, con 17 puntos, fue el más destacado de los 'Springboks', que vencían 13-5 al descanso.
Muy incisivos durante el primer tramo de partido, los locales se pusieron 6-0 aunque el try de Landajo (31') equilibró la balanza (6-5). Luego, sin embargo, los anfitriones fueron implacables y superaron sin inconvenientes a los sudamericanos.
"No podíamos haber tenido un mejor inicio del Rugby Championship," señaló el segunda línea sudafricano Eben Etzebeth, quien dio "un sincero agradecimiento" a los 46 mil espectadores que animaron a los suyos. "Estoy muy contento con la victoria, pero no fue una actuación perfecta", señaló el técnico de Sudáfrica, Allister Coetzee.
Por su parte, el hooker argentino Agustín Creevy afirmó: "Considero que Sudáfrica jugó un gran partido, pero tenemos la suerte de tener una nueva oportunidad de ganarles el próximo fin de semana".
Argentina dispondrá el próximo sábado de la oportunidad de revancha, ya que recibirá en Salta a Sudáfrica, antes de iniciar la gira por Oceanía para medirse con Australia y Nueva Zelanda.