¿Qué le parece el proyecto que ingresó al Senado?

Es muy malo y debe ser rectificado casi integralmente en el Senado. En la práctica, hace inviable la educación particular subvencionada, no genera ningún aporte positivo para la educación pública y es muy defectuoso.

En la Cámara se rechazó la posibilidad de arriendo, propuesta por el Ejecutivo.

Con eso, el proyecto quedó mucho peor, porque ahora ni siquiera está la posibilidad de arriendo. O sea, toda la negociación con la Iglesia Católica se les derrumbó.

El Mineduc ya señaló que reingresarán esa opción...

La exigencia de ser dueños de los inmuebles que se le impone a la educación particular subvencionada, con y sin lucro, es una exigencia absurda e inviable. La fórmula de los arriendos era muy imperfecta y, finalmente, sólo beneficiaba a un subgrupo de colegios, fundamentalmente de congregaciones religiosas. Pero pese a lo mal formulado que estaba, era una suerte de salvavidas. En consecuencia, el que no exista arriendo hace aún más inviable la educación subvencionada, porque es una exigencia que los sostenedores no están en condiciones, aunque quisieran, de cumplir. Entre otras cosas, porque dependen de la voluntad de terceros, es decir, de los dueños de los inmuebles.

Pero, ¿cómo se llega a acuerdo si el Ejecutivo ve en los arriendos una solución a los que no puedan comprar?

Insistir en eso es no entender el problema de fondo. El tema de los arriendos surge porque hay una exigencia absurda de la propiedad de los colegios. Lo que hay que hacer es, si se quiere corregir el proyecto, terminar con dos exigencias injustificadas: que dejen de ser sociedades educacionales de giro único y que se les exija ser dueños de los inmuebles. La manera de resolver el tema de los arriendos tiene que ver con que no sea exigible la propiedad sin deuda de los inmuebles donde los colegios funcionan.

Una de las principales críticas a la opción de arriendo es el posible negocio entre entidades relacionadas. ¿Cómo se soluciona?

Yo voy al fondo del problema, y es que hay exigencias injustificadas. El tema del arriendo es secundario. El tema central es que no exista la exigencia de ser propietarios. Y este surge porque hoy los sostenedores están permanentemente bajo sospecha, y es tan absurdo el planteamiento de la Concertación que ni siquiera entiende su propia historia. Hace menos de un par de gobiernos atrás, llamó a la educación pública subvencionada con lucro y sin lucro, y les entregó gran cantidad de recursos para que pudieran establecer la Jornada Escolar Completa. Dos gobiernos después pretende que no puedan arrendar, ¿quién los entiende? Es una contradicción completa.

Ayer también se aprobó la no selección para los recintos pagados...

Es una norma que no se justifica (...). En el caso de los colegios particulares, esa posibilidad (selección) tiene que existir exactamente igual. La norma que se le impone atenta directamente contra el derecho constitucional que declara que existe en Chile libertad para abrir, organizar y mantener colegios.