Una extensa visita realizada ayer a las instalaciones de la Brigada de Operaciones Especiales "Lautaro" del Ejército, en Peldehue, marcó el debut del ministro de Defensa, Andrés Allamand, en una serie de inspecciones a unidades militares.
El comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, lo acompañó en todo momento y respondió las preguntas del secretario de Estado. Allamand mostró interés en el uso y poder de las armas y vehículos, pero también por la procedencia de las mismas.
"¿Todo este armamento está uniformado? ¿Son más o menos las mismas marcas? Lo lógico es que tendiéramos a una estandarización", preguntó y afirmó el ministro a Fuente-Alba, durante el recorrido.
El jefe del Ejército respondió que era una materia que estaba más avanzada en el material rodante.
La inquietud del ministro se relaciona con el impulso que imprimió desde su llegada a Defensa a la derogación de la Ley Reservada del Cobre, que permite compras militares sin fiscalización.
De hecho, ayer se refirió por primera vez a una investigación en curso en Alemania por los tanques Leopard 2, que debutaron en la Parada Militar del Bicentenario.
En el Parlamento alemán cuestionan el hecho de haber vendido a Chile 60 tanques a muy bajo precio y que el dinero no haya llegado a las arcas fiscales germanas, sino que a las empresas fabricantes.
Allamand señaló que esta investigación "la voy a seguir, por cierto, con atención. No deja de ser curioso que allá estén investigando por el precio bajo, y en otros casos las investigaciones apuntaban a lo contrario, a que había sobreprecio".
El ministro agregó que iba a cumplir con el mandato presidencial, de "elevar los niveles de transparencia en todas las áreas de la defensa. Eso tiene que ver, por cierto, con los procesos de adquisición de armamentos".
El caso de los tanques Leopard 2 fue conocido el fin de semana, a raíz de una publicación del diario alemán Der Spiegel.
La publicación explica que la venta de los tanques en desuso fue a "precio de ganga", y se basa en una respuesta del Ministerio de Defensa alemán a una interpelación parlamentaria.
Afirma la publicación germana que las unidades fueron vendidas a 250 mil euros cada una, en circunstancias de que nuevos valen tres millones de euros. Agrega, sin embargo, que Chile debió pagar un costo adicional para reparar y acondicionar el material, por 83 millones de euros. Es decir, el precio final por tanque fue de 1,7 millón de euros.