Paseándose con los brazos cruzados y apoyándose, a ratos, en la puerta de una pequeña sala ubicada tras la pantalla gigante del escenario principal, Andrés Allamand escuchaba ayer el discurso de presentación que hizo su esposa, Marcela Cubillos, durante el consejo general de RN, en el que fue proclamado oficialmente -con el 94% de los votos- como candidato presidencial del partido.
Ante más de 600 dirigentes y militantes de la colectividad que coreaban su nombre y el cántico "sí, se puede", Allamand subió a la tarima del salón de eventos del Parque Araucano para aceptar la candidatura.
"No llegué acá porque los astros se alinearon, por el resultado de alguna veleidosa encuesta o porque una agencia de publicidad resolvió que soy un buen producto competitivo", dijo al comienzo de su discurso, que se prolongó por más de 50 minutos y que preparó junto al jefe programático de su campaña, Juan Carlos Jobet, y al consejero económico, el ex ministro Juan Andrés Fontaine.
En el mensaje -donde buscó proyectar una imagen de estadista- el candidato destacó que había aprendido de las figuras de los ex presidentes Patricio Aylwin -a quien calificó como "un gran Presidente"- y del manejo en RR.EE. y espíritu republicano de Ricardo Lagos.
Poco después, sin embargo, marcó un fuerte contraste al lanzar duras críticas al gobierno de Michelle Bachelet, administración en la que -dijo- "el crecimiento se estancó, la pobreza aumentó, la productividad cayó en picada y la capacidad de generar trabajo se evaporó". Esto, junto con cuestionar la implementación del Transantiago, el aumento en la delincuencia y el "clientelismo político".
Las diferencias que buscó marcar con Bachelet se enmarcaron en un mensaje que -según personeros del comando- iba dirigido a los militantes de RN y al electorado de centroderecha.
En ese sentido, el ex titular de Defensa también reafirmó su rechazo a todo tipo de aborto y remarcó el compromiso con la defensa del orden público. Ahí, hizo una alusión especial al carabinero Hugo Albornoz, sargento de Carabineros asesinado de un balazo en el cuello en Temuco en abril pasado. "Soy de los que se indignan cuando hordas de delincuentes agreden (a Carabineros) con alevosía", dijo después, provocando un peak de aplausos.
Diferencias con Golborne
En su alocución, el ex senador RN realizó un repaso de su trayectoria política, algo que había sido proyectado previamente en un video con imágenes de su etapa de dirigente estudiantil opositor a la UP, su rol en el acuerdo nacional para la transición, además del papel que desempeñó en el Ministerio de Defensa.
En ese punto, aludió brevemente al accidente aéreo en Juan Fernández, al señalar que, a cargo de esa cartera, "tuve que ponerme al frente de situaciones que sobrecogieron al país".
En su entorno explican que Allamand buscó tomar distancia del diseño utilizado por su contendor, Laurence Golborne, quien incorporó fuertemente el rescate de los 33 mineros de Copiapó en su proclamación en el consejo general de la UDI, la semana pasada. De todas maneras, fue Cubillos quien destacó el rol jugado por Allamand en la tragedia.
Las mismas fuentes sostienen que Allamand también quiso remarcar ayer las diferencias entre su historia personal y la del ex jefe del MOP.
Sin mencionarlo directamente, dijo que cuando proyectó su carrera, "mi única empresa sería Chile, que mi oficina no estaría en ninguna torre de altura". En ese sentido, Allamand expresó que "lo que define a un hombre son las causas a las que ha dedicado su existencia (...) y lo que define a un político es su temple (...) y no deslizarse por el tobogán de la demagogia y la ambigüedad".
"Hay quienes ven la trayectoria política como una pesada mochila... para mí, la trayectoria es una señal de aprendizaje", agregó.
Tras el término de su discurso, Allamand reafirmó los lineamientos centrales de su alocución y sostuvo que "la manera de enfrentar a Bachelet tiene que ser con un proyecto de centroderecha".