Histórico

Allan Cooper: "Esto es muy parecido a lo que sucedió con el tsunami en Tailandia"

El padre de Francisca Cooper -la joven que murió víctima del tsunami de 2004 en el sudeste asiático-, habló con La Tercera sobre las similitudes de lo que ocurrió entonces con la tragedia que está viviendo el país tras el terremoto del sábado.

El 26 de diciembre de 2004, un terremoto submarino de intensidad comparable a la explosión de 23 mil bombas atómicas -según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS)- sacudió las costas de Sumatra, desencadenando una serie de tsunamis alrededor de todo el Océano Indico. Para el final de aquel trágico día, más de 200 mil personas habían sido arrastradas por el mar en el sudeste asiático, perdiendo la vida o desapareciendo para siempre. Entre las víctimas de aquella catástrofe estaba la chilena Francisca Cooper Larraín, quien pasaba su luna de miel en la isla Phi Phi Don -en Tailandia- junto a su marido, Aurelio Montes.

A poco más de cinco años de su muerte y a días de que un terremoto de 8,8 grados en la escala Richter golpeara al país, Allan Cooper, el padre de Francisca, les envió un mensaje de solidaridad y esperanza a las víctimas del sismo y a sus familiares. Los Cooper Larraín pasaron "bien" el terremoto, pero al ver cómo la inclemencia del mar arrasó las costas del centro-sur, afloraron recuerdos de sus desesperados días de búsqueda del cuerpo de Francisca.

Allan Cooper habló con La Tercera sobre las lecciones que sacó en limpio tras su experiencia en el sudeste asiático y recordó que lo más importante en las horas que vive el país es brindarles apoyo a los familiares de las víctimas para que puedan encontrar a sus seres queridos que aún permanecen desaparecidos.

¿Por qué decidió hacerse presente enviando un mensaje de solidaridad a los afectados y familiares de víctimas del terremoto?

Principalmente, porque quisimos transmitir el respaldo que tuvimos en esa época a la gente que lo está pasando mal en este momento, sobre todo en las ciudades en que ha habido tantos saqueos, que son cosas que considero no forman parte del chileno.

¿Le trajo algún recuerdo sobre la tragedia que vivió con el tsunami del 2004 en el sudeste asiático?

Sí, claro, porque pasaron tantas cosas parecidas en la costa de la Séptima y la Octava Región. Ha muerto mucha gente. Nosotros vimos allá -en Tailandia- tanta gente que no encontró a sus familiares. Es muy complicada la cosa. Yo creo que todavía aquí hay mucha gente que no ha sido encontrada.

En Tailandia, en el interior estaba más o menos bien la cosa. Fue en la costa donde hubo el problema y en eso es bien parecido a lo que sucedió acá. Los muertos están en la costa y son muchos.

¿Qué le diría a la gente que -como usted lo hizo con Francisca- está buscando a sus familiares en este momento?

Yo creo que no hay receta para eso. Lo único es que deben estar con el ánimo arriba y tratar de buscar en lo posible ayuda. Hay que intentar mantenerse lo más fuerte posible para, por lo menos, tener la posibilidad de encontrarlos.

¿Hay algo que sacó en limpio de su proceso que les pueda servir a esas personas?

Que sientan el apoyo del resto de la gente. Que no los dejen al garete. Que no los dejen abandonados y que traten de que, por lo menos, puedan encontrar los restos. Es una cosa muy complicada.

¿Qué consejo les daría a las autoridades?

Las autoridades no pueden hacer milagros, la verdad es que hay que hacer el máximo esfuerzo y coordinar todas las cosas para que la gente pueda tener la oportunidad de conseguir apoyo y encontrar los medios para poder hacer lo máximo.

En Tailandia, a final de cuentas, los que se encontraron -de toda esa gente que había desaparecido- fueron 25. Nosotros tuvimos mucha suerte de haber recuperado el cuerpo de la Fran, porque hubo muchísima gente -unos cientos de miles- cuyos cuerpos nunca aparecieron. El tema son esas familias que no van a encontrar a su gente. Ellos son los que van a sufrir.

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