Las fuerzas de seguridad de Venezuela allanaron el lunes la sede del partido Voluntad Popular, conglomerado del líder opositor Leopoldo López, a quien el Gobierno culpa por las protestas antigubernamentales.

La agrupación política denunció el hecho, argumentando que el allanamiento se hizo sin orden judicial por organismos de seguridad del Estado, mientras simpatizantes oficialistas y opositores se preparaban para disputarse las calles de Caracas el martes en la manifestación planeada para el día de hoy, que no ha sido autorizada por las autoridades de gobierno.

Las manifestaciones contra el deterioro de la economía y los problemas de inseguridad en la polarizada Venezuela cobraron fuerza el lunes, pero nada indica que puedan poner en juego la continuidad del presidente socialista Nicolás Maduro.

La violencia se apoderó la semana pasada de las protestas, provocando tres muertos y cientos de heridos. El mandatario responsabilizó al opositor Leopoldo López de los desmanes y las autoridades emitieron una orden de captura en su contra.

Aunque el lunes las demostraciones transcurrieron sin enfrentamientos, las tensiones aumentaron cuando el partido Voluntad Popular, que preside López, denunció que un escuadrón de la policía militar derribó las puertas de su sede en Caracas y lanzó gases lacrimógenos.

Los efectivos militares se llevaron computadoras que contenían las grabaciones de las cámaras de seguridad, según el partido, en busca de dirigentes opositores.

"Rompieron la puerta y se llevaron la computadora donde están registradas las imágenes de las cámaras de seguridad", dijo a Reuters Alfredo Jimeno, concejal del partido.

Jimeno, que estaba en las oficinas cuando comenzó el allanamiento, dijo que antes de que llegaran las fuerzas de seguridad un grupo armado no identificado causó destrozos y amenazó a los empleados.

No fue posible obtener comentarios del Gobierno de inmediato sobre la denuncia.

Un grupo de militares ya había ingresado días atrás a la sede del partido en busca de López, quien está oculto desde que se ordenó su arresto bajo cargos de "homicidio" y "terrorismo".

Pero el dirigente opositor prometió entregarse el martes después de una marcha a la que convocó en el centro de Caracas.

"Venezolanos, vengan a Caracas. Marcharemos al MIJ (ministerio del Interior y Justicia) desde Chacaíto. Está notificada. No necesitamos permisos. Los derechos no se negocian", escribió López el lunes en su cuenta de Twitter.