Un avión despega con problemas técnicos y los pasajeros enfrentan el miedo a la muerte con un desenfrenado cóctel de sexo, drogas y alcohol. Es la trama de Los amantes pasajeros, el filme más reciente del cineasta español Pedro Almodóvar, estrenado ayer en España y programado para llegar a salas locales a principios de abril.
Recargada de excesos estilísticos y provista de un lenguaje sin tapujos, la película marca el regreso del director manchego a la comedia tras 20 años. La olvidada Kika (1993) fue su última incursión en el género que lo consagró a prin- cipios de los 80, con cintas como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) y Laberinto de pasiones (1982). Sobre este retorno a sus inicios hacen hincapié las dispares críticas a la película. Así, mientras Mark Adams, de Screen Daily, calificó al filme como "un regreso afeminado, kitsch y deliciosamente divertido a sus raíces de comedia salvaje", Carlos Boyero, de El País, lo tildó como "una estupidez, es una de las películas más tontas que he visto en mucho tiempo". Jordan Mintzer, de The Hollywood Reporter, tampoco le dio el visto bueno, reconociendo que "se siente más como una comedia televisiva alegremente sucia, destinada principalmente para el público de habla española y europea".
Con un elenco integrado por actores cercanos al universo del realizador, como Lola Dueñas, Javier Cámara, Cecilia Roth, Paz Vega, Antonio Banderas y Penélope Cruz, Los amantes pasajeros "es una especie de cruce entre La jaula de las locas con Aterriza como puedas, pero hecha por mí", relató el cineasta en el programa de TV español Días de cine. Un híbrido que el crítico Luis Martínez, de El Mundo, destacó como "una auténtica provocación, una patada a los degustadores del cine 'de buen gusto'".