Las comunicaciones de Fernando Alonso con su equipo durante los Grandes Premios están siendo dignos de análisis. El español ha reclamado a quien se cruce por delante de lo malo que es su McLaren para esta temporada y se lo ha dicho de manera directa a su box en plena carrera, con todos quienes pudieran seguir la transmisión televisiva en el mundo escuchando. Como si en las flechas de plata hubiese caído bien que el ex campeón del mundo anunciara en la semana que el 28 de mayo no estará con ellos en Montecarlo, sino en Indianápolis, probando suerte en las famosas 500 Millas.
Alonso no pudo terminar el GP de Bahrein, pues se le averió el motor Honda de su auto a una vuelta y media del final. Tres carreras y tres fechas en las que no puede completar el 100 por ciento de los giros.
"Nunca en mi vida he corrido con menos potencia", se le escuchó decir por la comunicación radial cuando peleaba por el puesto 11, y después de la carrera reafirmó que "al final nos retiramos por algún problema en el motor. Pero durante toda la carrera la velocidad en las rectas era muy poca. Estuvimos ahí, rondando el 11º o el 12º, pero no fuimos capaces de sacar más de este gran premio".
"Durante la carrera hubo veces que por el retrovisor veía a pilotos a 300 o 400 metros. Luego, tras mirar el volante y escuchar algunas instrucciones, volvía a mirar y al frenar ya estaban pegados", añadió el bicampeón español.
El hispano dejó entrever que tiene esperanzas de mejora en el futuro: "Tenemos que tener un pelín de paciencia y esperar mejoras para las próximas carreras. Las tres o cuatro siguientes van a ser complicadas. Ahora llegamos a Rusia, en donde el motor cuenta mucho. Espero que en Barcelona, sin tantas rectas, seamos más competitivos".
Sin embargo, también dijo que por ahora se despreocupará de la Fórmula Uno. "Ahora vamos a centrarnos un poco en las 500 Millas a partir de este lunes. Estudiar un poco, tomar contacto con el equipo, ver las telemetrías, cómo son las cosas allí... Vendrá bien para refrescar la cabeza", dijo.