Ya es otoño, pero en ciudades del centro y sur del país aún hace calor. Esto se debe, según un análisis de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), a que está ocurriendo un aumento de la temperatura máxima, lo que se evidencia al comparar los registros más altos de los meses de abril de los últimos 30 años.

Esto ha significado una baja en el aporte de los embalses para la generación hidroeléctrica, una profundización de los problemas de sequía y un retraso en las ventas de productos de invierno.

Según las mediciones, en Vicuña (IV Región) se alcanzó 2,5°C más que el lapso histórico. También hubo 2,6° más en San Felipe (V Región) y 1,4°C en Santiago. Más al sur, en Curicó, hubo 2°C por sobre el promedio y se llegó a 2,9°C más que los abriles anteriores en Coyhaique (ver infografía).

Según Juan Quintana, climatólogo de la DMC, este aumento se debería a "la llegada de masas de aire cálido desde la Cordillera de los Andes hacia los valles, lo que culmina con un calentamiento de la superficie". A esta condición se suma, según el experto, la ausencia de sistemas frontales.

El alza de temperaturas implica un cambio significativo. "Sobre un grado, es un aumento importante. Esto se da, principalmente, en las estaciones ubicadas en las áreas interiores, no en la costa", dice Quintana. Consultado sobre si esta situación se relaciona con el denominado "cambio climático", sostiene que "podría ser un rasgo, aunque se deben ver los datos a más largo plazo para observar esa tendencia".

Según la DMC, las precipitaciones de abril también se han mantenido a la baja por segundo año. Las cifras indican que comunas como La Serena, Vicuña, Santiago y San Fernando poseen déficit de 100% de precipitaciones a la fecha.

CAMBIA EL CONSUMO
El actual escenario ha llevado a que los consumidores cambien su conducta. Supermercados Lider cuenta que desde hace dos años se ha visto un retraso en la temporada invernal. Patricia Balcells, brand manager general merchandising de Walmart Chile, afirma que "tras la extensión de las altas temperaturas, hemos mantenido la ropa de media estación y algunos productos de temporada estival".

Adrián Jofré, gerente comercial de Ripley, añade que las altas temperaturas afectan la venta de las categorías de invierno. "Hemos ido ajustando nuestra propuesta comercial de tal forma de tener una mayor cantidad de productos de media estación".

El presidente de Falabella, Juan Cuneo, admitió que aún "estamos con un otoño primaveral" y aquello es "un problema desde el punto de vista de la venta de productos".

En el barrio Patronato, los locales aún comercializan prendas de verano, pero ya se aprecian tejidos de invierno y parkas. Alejandro Silva, de la tienda Dardignac, explica que "la primera quincena aún se vendían shorts, poleras y vestidos ligeros. Solamente en la última semana se piden chalecos o polerones gruesos".