Severos daños en numerosos inmuebles que no podrán ser habitados, más de 400 albergados, rutas cortadas y especulación de precios, son parte del desolador panorama en Alto Hospicio.
El fuerte sismo de la noche del miércoles provocó una nueva evacuación masiva de la población. Los vecinos levantaron verdaderos campamentos en los frontis de sus casas, en plazas y multicanchas. Para pasar la noche llevaron carpas, colchones, frazadas o durmieron en sus vehículos.
Dos recintos deportivos se habilitaron como albergues, los que reúnen a unas 400 personas diarias en promedio. Allí se entregan alimentos, ropa de abrigo y atención médica.
Erica Villarroel es boliviana y arrienda una pieza en Alto Hospicio junto a sus hijos y marido, pero debió abandonar el lugar por los daños y el temor a los temblores. "Se cayó todo. Estamos sin agua, sin luz y no teníamos ni para comer. Gracias a Dios nos apoyaron", dijo.
Verónica Torres, residente del condominio Las Parinas, contó que su casa está completamente fisurada, por lo que se trasladó junto a su familia al albergue. "Vivo hace un año ahí y los departamentos son nuevos. Es como que se hubiese partido en dos, se abrió entero. Estamos aterrados y no podemos seguir en ese lugar", señaló.
En Alto Hospicio, los suministros básicos se han mantenido suspendidos, siendo uno de los más críticos el agua potable, lo que ha derivado en la aplicación de planes de contingencia por parte de la sanitaria Aguas del Altiplano y el municipio para distribuir el vital elemento en la comuna.
El alcalde Ramón Galleguillos dijo que "hemos atendido las necesidades de los albergados y de casos sociales urgentes, distribuimos agua, respaldando la protección a la ciudadanía y la seguridad pública".
Otro de los aspectos que preocupa es la especulación de precios de productos básicos (ver páginas 6 y 7). La falta de conectividad y el temor de la ciudadanía ha provocado una sobredemanda de insumos.
Sin embargo, uno de los problemas más graves en Alto Hospicio son los daños provocados por los temblores en las viviendas. Cifras preliminares del municipio estiman en cerca de dos mil las casas afectadas (un 20% del total de la comuna), que presentan desde daños estructurales desde leves hasta severos. Al menos un 60% de ellas son viviendas sociales.
En ese sentido, la ministra de Vivienda, Paulina Saball, y el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, visitaron la zona y coordinaron un plan de trabajo con el municipio.
Tras la cita se anunció un trabajo combinado de equipos de Vivienda y la municipalidad para elaborar un catastro de los inmuebles con problemas y determinar el nivel de daño que enfrentan, estudio que estaría listo el próximo viernes. Así se podrán adoptar medidas que impliquen demolición, entrega de subsidios o beneficios.
"Vamos a hacer un catastro serio desde el punto de vista técnico, concordado y participativo. Generaremos espacios de encuentro con los afectados e identificaremos los puntos críticos, a través de la aplicación de encuestas", dijo Saball.
Respecto de las razones de las fallas en las viviendas, la ministra aseveró que los temblores agudizaron el problema de salinidad de los suelos de la comuna. "Las condiciones del suelo, la estabilidad de los mismos y las instalaciones sanitarias que se realizan hay que revisarlas", explicó.
En la misma línea, el ingeniero en construcción Daniel Gajardo dijo que los principales daños en las casas se vinculan, además, a la albañilería de bloque. "Con los fuertes sismos y los socavones se han generado daños graves y hay muchas viviendas que deben ser declaradas inhabitables. Los principales focos se radican en poblaciones de El Boro y el casco antiguo", puntualizó.
Por su parte, el ministro Undurraga anunció que se implementó una de las pistas de la Ruta 16, que une Alto Hospicio con Iquique y que se encontraba inhabilitada por rodados. Los desplazamientos serán parciales y regulados por Carabineros. "Nos permitirá garantizar los desplazamientos y el abastecimiento de la ciudad", explicó el ministro.