El 1 de enero pasado, el ex jefe operativo de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) Alvaro Corbalán fue trasladado desde la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) al penal Punta Peuco. Esto, luego de que la Corte Suprema acogiera su recurso de protección y estableciera como arbitraria la decisión de mantenerlo en el recinto penitenciario.
Poco más de un año estuvo Corbalán en dicho penal. En una carta de seis páginas plasmó sus vivencias, que envió en diciembre al director regional de Gendarmería, Sergio Alarcón.
"A una persona con 65 años, en la tercera edad, con el estado de salud certificado y refrendado por los propios médicos de Gendarmería, ¿era racional someterlo a la rigurosidad carcelaria vivida durante un año y un mes?", sostuvo Corbalán en el escrito, el cual redactó de puño y letra.
"Con los problemas lumbares diagnosticados, ¿era necesario hacerme dormir en una colchoneta sobre un somier de cemento de hormigón armado? (...) ¿Sabe lo que es a esta edad bañarse con agua helada?", agregó.
Pero no fueron las únicas críticas que Corbalán le hizo a Alarcón: "Si me hubiera visitado en mi celda, habría comprobado que todo el invierno se me mantuvo con la puerta abierta, habiendo en el pasillo 10 ventanas sin vidrio, lo que me significó dormir a la intemperie".
Acusó, además, que durante su estadía en la CAS no se le respetó sus debidas horas de esparcimiento: "Durante más de un año no he tenido horas de patio y no he tomado sol (...) ¿Era muy difícil para usted disponer que a lo menos una vez al mes, con la debida vigilancia, hubiera podido caminar y tomar sol un par de horas en la cancha de fútbol de la Escuela de Gendarmería, o en el Parque O'Higgins, o cualquier lugar que reuniera las condiciones apropiadas?".
Querella
Raúl Meza, abogado del ex jefe operativo de la CNI, anunció que presentarán una querella por el delito de tortura contra quienes resulten responsables, por los hechos denunciados por Corbalán en su carta.
"Tenemos la profunda convicción de que los apremios ilegítimos que padeció mi representado durante su permanencia en el CAS responden a una discriminación fundada en motivos que carácter ideológico y de un ánimo de venganza ilimitada contra los militares que están cumpliendo condena en Punta Peuco", señaló.
Corbalán, además, pedirá el indulto presidencial.