El escritor y periodista peruano Alvaro Vargas Llosa es un agudo observador de la realidad latinoamericana y del panorama de la prensa. En 2006 recibió el premio Sir Anthony Fisher International Memorial por su libro Liberty for Latin America y también ha sido destacado el Premio a la Libertad de Expresión otorgado por la Asociación de Periodistas Iberoamericanos en 2005. En conversación con La Tercera, con ocasión de la 70 Asamblea de la SIP que se realiza en Santiago, analiza la situación de la prensa en la región.

¿Cuáles son los desafíos que tiene la prensa en Latinoamérica?

Creo que hay tres tipos de desafíos, pero los dos primeros son los más graves, más urgentes. Uno, es el sistemático esfuerzo de los países gobernados por el populismo autoritario en América Latina, por socavar la libertad de expresión y someter a los medios al control y al dominio de quienes están en el poder. El segundo, es el crimen organizado, hay varios países donde hay una erosión muy grave de las instituciones que tiene mucho que ver con la proliferación de las bandas y crimen organizado. El tercer desafío, es que en los países democráticos hay problemas para la libertad de expresión, porque hay poderes judiciales muy débiles.

Ante estos problemas ¿cómo han actuado organismos como la OEA?

Creo que hay algunas instituciones que están cumpliendo una labor muy admirable y, por supuesto, la Relatoría de la Libertad de Expresión es la más importante. Yo diría que sí, que hay un trabajo visible, permanente y además despojado de todo prejuicio ideológico y de un gran valor. Ese esfuerzo se ve limitado por los propios organismos hemisféricos, incluyendo la OEA, al que ese tipo de instituciones pertenecen. Es decir, si la Relatoría actúa de una manera independiente o libre, pero no tiene el respaldo que debería tener de las otras instituciones y organismos de la OEA, su trabajo se va a ver limitado.

¿Cuáles son las perspectivas que hay en Venezuela respecto de la prensa?

En el caso de Venezuela hay una situación que es especialmente grave, es que el gobierno ha perdido todo pudor. Se han dado a sí mismos unos instrumentos legales precisamente para poder violar la libre expresión y la libertad de prensa sistemáticamente, empezando por la ley de responsabilidad, que es una atrocidad

¿Qué tan grave es, a su juicio, la situación en Argentina?

En Argentina hay problema bastante serio, pero con una diferencia importante con respecto a Venezuela y es que hay un horizonte relativamente cercano de cambio de gobierno y eso está ayudando a proteger parcialmente la prensa. Digo parcialmente, porque sólo el año pasado se contabilizan 150 atentados distintos contra la libertad de expresión y de prensa y la ley de medios, que comete muchos abusos, ha sido declarada constitucional por la Corte Suprema.