El aumento sistemático en los días de licencias médicas de cotizantes del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), entre 2012 y 2016 de un 21,6%, ha alertado a las autoridades del seguro público. Si en 2012 el número de días promedio pagados a los usuarios del seguro público fueron 7,4, en 2016 se aumentó a nueve jornadas, mientras que en isapres los días han mantenido un promedio en torno a 7,3 días.
Según la directora de Fonasa, Jeanette Vega, ese incremento, "es algo que hay que mirar", ya que se trataría de "un aumento no menor de días autorizados". Agregó que "tenemos que analizar los datos, pero esta presentación nos genera una alerta", añadió.
Según indicó, una de las razones que podrían explicar a priori esa alza es el incentivo de pago de la remuneración total del cotizante cuando se trata de licencias médicas mayores a 10 días. Esto se debe a que los primeros tres días no se pagan. Por ejemplo, si el permiso es de ocho jornadas, se cancelan cinco, pero si es de 13 se paga el total. "Eso genera problema, porque al final lo que ocurre es que hay menos licencias de dos días, y por otro lado hay tendencia a las que tienen más de 11 días", explicó. Sin embargo, adelantó que al interior del seguro se realizará un estudio y análisis de las cifras.
Esta preocupación se evidenció a partir de la publicación del número anual de licencias médicas y del subsidio por incapacidad laboral de 2016, que se dio a conocer desde la Superintendencia de Salud, la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) y Fonasa. Durante 2016 se generaron 5.027.060 de estos permisos tramitados, es decir un 5,9% más que el 2015. Del total del año pasado, 3.563.432 corresponden a licencias de usuarios de Fonasa y 1.463.628 a cotizantes del seguro privado.
Los diagnósticos que lideran el listado fueron las enfermedades o trastornos mentales (23%), de los cuales 24% son de pacientes Fonasa y 20% de seguro privado. Luego siguen las patologías osteomusculares con un 21% del total de licencias del sistema y las enfermedades respiratorias, con un 15%.
Según el superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes, la mayor presencia de permisos por trastorno mental está "implicando un mayor gasto en este tema, por lo tanto hacemos un llamado a prestar atención a esta situación porque aquí puede haber a situación más compleja en términos de las enfermedades que ocurren en el país".
El costo total de las licencias médicas de 2016 es de M$ 1.093.442.177, de los cuales $ 290.206 millones corresponden a enfermedad mental. Según la tasa de uso por 100 cotizantes de los permisos por trastorno mental, el seguro público mostró una mayor uso respecto de isapres, de 19,7 versus un 17,1.
En Fonasa se rechazó un 5,4% de las licencias tramitadas, mientras que en las aseguradoras privadas fue un 15,7%. Si se evalúa por grupo de diagnóstico, las de trastornos metales tuvieron un 12% de rechazo en Fonasa y un 41,4% en isapre. Al respecto, Jeanette Vega manifestó que esa diferencia no se debe a un tema de prevalencia de enfermedades, sino que "tiene que ver con que hay mucho más rechazo en isapres que en Fonasa, en mujeres y mujeres jóvenes".
El Superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, agregó que "evidentemente las isapres rechazan más, y esto se debe a que tienen sus sistemas montados para hacer control de gastos a través de ese instrumento, y fruto de eso se producen reclamos de los usuarios".
Pavlovic agregó que "casi el 63% de las licencias reclamadas son revertidas. Resulta evidente que es un instrumento de control de gastos". Sin embargo, desde la Asociación de Isapres indicaron que "aquellas licencias que a juicio de las isapres no cumplen con antecedentes médicos que las justifiquen, son rechazadas o modificadas. Mismo criterio debería emplear Fonasa. Estas cifras que muestran diferentes tasas de rechazo nos deberían hacer pensar si efectivamente Fonasa está cumpliendo bien su labor", indicaron.