Antonio Alzamendi (60) vive el duelo de mañana entre Chile y Uruguay casi con la misma intensidad que si fuera a jugarlo. Inmediatamente después de que recibe la llamada de El Deportivo, se planta en la posición de antagonista de los intereses de la Roja. Ya lo fue antes, en varias ocasiones, dentro del campo. La más recordada es la final de la Copa América de 1987. Ese año, en Buenos Aires, fue uno de los responsables de que el equipo que capitaneaba Roberto Rojas y dirigía Orlando Aravena no conquistara su primer título continental. Integró un temible ataque con Rubén Sosa y Enzo Francescoli.
Hoy, a casi 20 años, sigue pendiente de la Celeste. Y, antes del choque en el Estadio Nacional, da muestras de que conoce mucho del actual momento del equpo de Pizzi. "Le falta agresividad ofensiva. Ha perdido consistencia en cuanto al juego. Antes hacía un juego de tocar y triangular. Sampaoli tenía un estilo diferente al de Pizzi. Se les está agarrando más la mano. Al campeón lo estudian. Les pasa a todos los grandes equipos. Y siempre digo que después de grandes triunfos vienen los bajones. Es casi normal", analiza.
¿Cómo prevé el partido de mañana?
Uruguay tratará de cortarle los circuitos a Chile, presionando, esperando. Chile va a salir a atacar. Cuando Uruguay tenga la pelota, va a contragolpear. Siempre ha sido así.
¿Le conviene a Uruguay esperar?
Es nuestra historia. Siempre fuimos más de respuesta que de propuesta. Te la quito y te contragolpeo. No comparo a Chile y Uruguay. Son estilos diferentes. A nosotros, nos ha dado resultados.
¿Ha visto menos sólido a Chile en estas Eliminatorias?
Ha tenido bajas. Chile ya no es el que ganó las copas, pero sin dudas es respetable, por el nivel de los jugadores que tiene.
Los jugadores se han jactado bastante de su condición de bicampeones de América. ¿Qué le parece?
En algún momento se ha faltado el respeto. Hay jugadores que hacen una mala declaración y que piensan que con un buen año ganaron todo. Tuvieron un buen año, pero no han ganado mucho en la historia. No se pueden quedar pegados en ese recuerdo.
¿Los uruguayos perdonaron a Jara?
Eso se cerró después del partido en Montevideo. Incluso ellos se dieron la mano. Ya fue. Me ha pasado una y mil veces. Dentro de la cancha, vale todo. Después, si la tele te ve, es otra cosa. El juego sucio o de calentar al rival es de siempre. El problema es del que cae.
¿Cómo es para el jugador uruguayo ir de visita a Chile?
Es una final. Es un partido que siempre ha sido difícil, pero nos gusta. No nos creemos que somos los mejores, pero tampoco somos los peores. Confiamos en los dos jugadores fenomenales que tenemos en el ataque. Y en otros como Godín, Muslera y un par más. Vamos a sentir al Cebolla (Cristian Rodríguez, lesionado). Pero tenemos chicos que aparecen, copian y aprenden el estilo. Uruguay siempre se acomoda. Ganamos sin Suárez o sin Cavani. Lo importante es el grupo.
¿Cambia mucho el análisis de un Chile-Uruguay si se juega en Santiago o en Montevideo, donde no suma triunfos en el actual formato de Eliminatorias?
La localía es un factor. El rival se viene encima. No es de ahora. Podría decir que cuando vienen a Uruguay, les cuesta. Y a nosotros también, por no decir una palabra que va a sonar fea.
Dígala.
Se dice que somos cagones allá o ustedes acá, pero no es así. Hay muchos factores.
¿Qué recuerdos tiene de sus duelos frente a Chile?
Gané casi siempre.
Imagino que tiene un lugar especial la final de la Copa América de 1987, en Argentina.
En la Copa América de Brasil les hice goles. Llevo un buen registro contra ustedes. Y si es malo, ya se me olvidó.
"Al que le guste jugar bonito, que juegue. Y el que no aguante una patada no puede jugar fútbol"
¿Uruguay ha rendido por sobre las expectativas en las Eliminatorias?
A mi juicio, he visto un equipo sólido. Esta Selección, con Tabárez, lo es. Recuperamos el respeto de toda la vida. Los chicos lo han hecho muy bien. No genera un gran fútbol, pero sí uno de marca y contraataque. ¿Si es fuerte físicamente? El fútbol es de roce. No empecemos con que los uruguayos nomás lo hacen. Todos lo hacen.
¿Cuáles son las claves del buen momento del equipo de Tabárez en la tabla?
La propuesta partido a partido. Los maneja de acuerdo al rival y también de acuerdo al día. Hay momentos en que pasa lo que pasa, como a Chile. Nunca se esperó que Bolivia les empatara y se dio. Por más que nadie lo esperaba.
El uruguayo es un equipo sólido en ambas facetas. Tiene la segunda delantera más goleadora y el arco menos batido.
Es un buen resumen. Está segundo ante tantos buenos rivales y las cifras lo demuestran, lo explican. Los números marcan y si es por méritos, tiene su forma de jugar. Nadie nos va a cambiar
¿Cuánto ayuda tener arietes como Luis Suárez o Edinson Cavani?
Siempre hemos generado jugadores de ese estilo. Somos así, pese a que somos un país pequeño. Va mucho en que somos un país muy futbolero, lo traemos muy dentro. Es la necesidad de superarse. Nosotros peleamos la vida de otra manera, incluso a nivel familiar. Ese espíritu, somos una sociedad que siempre está peleando contra grandes potencias. Eso se ha generado a nivel de la historia de nuestro fútbol. Si no ganamos, no sirve.
¿A cualquier precio?
Siempre que sea dentro de las reglas que el fútbol permite. Si no está dentro de eso, te expulsan. Al que le guste jugar bonito, que juegue. El que no aguante una patada no puede jugar fútbol. Si nos fijáramos en las que pegan los brasileños, quizás los demonios no seríamos nosotros. Nos han tachado de pegadores, pero en el primer puesto, no estamos. Todos pegamos de cierta manera. Argentina, Paraguay, Colombia y Chile también. Yo también recibí.Hay que cerrar la boca, jugar y no andar chillando a cada rato.
A propósito, ¿recuerda algún golpe que le haya dado un jugador chileno en particular?
Astengo casi me saca la costilla. Y no dije nada, porque lo respeto como jugador. Después, vendría la vuelta. Uno sabe las reglas.
¿Cree que Suárez va a camino a ser el mejor delantero en la historia uruguaya?
No sé si el mejor de la historia, pero sí en este tiempo. Tenemos muy buenos referentes, como Ghiggia, Schiaffino y Morena. Quedaron en la historia. Lo otro es una apreciación periodística.La historia siempre supo de grandes jugadores, pero es injusto comparar a Maradona, Pelé o a Messi. En Chile también les pasa. Salas era impresionante, un monstruo. Hoy, Sánchez también lo es. Hoy Chile tiene una camada impresionante. Antes, Chile no ganaba, pero siempre tuvo grandes jugadores. Siempre tuvo calidad y juego.