La estadounidense Amanda Knox, condenada por asesinato de la joven británica Meredith Kercher en Italia después de la anulación de su absolución en 2011, aseguró el viernes en una entrevista en el matinal Good Morning America, que "luchará hasta el final" para no volver a la cárcel.

"No volveré voluntariamente" a Italia, donde ya pasó cuatro años en la  cárcel, declaró a la cadena estadounidense ABC con lágrimas en los ojos.

"No es justo", dijo Knox, de 26 años, con la voz quebrada por la emoción,  quien expresó incredulidad al conocer el nuevo fallo de la Corte de Apelaciones  de Florencia que la condenó a 28 años y seis meses de cárcel.  

La joven de 26 años dijo además en un comunicado que las evidencias y la teoría del crimen presentadas en la apelación "no justifican un veredicto de culpabilidad más allá de cualquier duda", ya que todo el proceso "ha estado marcado por la falta de pruebas".

"Claramente una condena incorrecta es horrible y mala para el acusado, pero también terriblemente mala para la víctima, su familia y toda la sociedad", asegura Knox, que ataca el proceso seguido por la Fiscalía, desde la recopilación de pruebas, hasta las técnicas de interrogatorios.

SOLLECITO Y SU INTENTO DE FUGA

Mientras, las autoridades italianas hicieron efectiva hoy la confiscación del pasaporte a Raffaele Sollecito -condenado ayer a 25 años de prisión por el mismo caso- y fue retenido cerca de la frontera con Eslovenia.

La policía italiana notificó a Sollecito, que ayer estaba en Florencia, la medida cautelar destinada a evitar su fuga del país y retuvo al condenado, quien parece ser llegó anoche a la provincia italiana de Udine (noreste, fronteriza con Eslovenia y Austria), según los medios italianos.

Se aplica así la medida cautelar requerida por el fiscal para evitar la fuga del país del acusado una vez se dictara sentencia.

"UN PASO HACIA LA JUSTICIA"

En tanto, la familia de la joven británica Meredith Kercher, valoró hoy la sentencia dictada ayer contra los acusados como "un paso adelante" pero no como "la palabra final" y, a pesar de las condenas, indicó que no viven un momento de felicidad.

En una rueda de prensa ofrecida hoy en Florencia, los hermanos de Meredith, Stephanie y Lyle, mostraron su desazón por la posibilidad de un nuevo recurso contra la condena y afirmaron que se niegan a establecer contacto con Amanda Knox, quien se lo había pedido a través de una carta.

Stephanie, calificó la condena como "un paso más hacia la verdad y la justicia" aunque lamentó que "nadie traerá ya de vuelta a Meredith".

Stephanie reconoció que "puede ser que nunca jamás sepamos qué sucedió realmente aquella noche (...) Lo mejor que podemos hacer es poner fin a este pleito, así todos podremos seguir hacia delante con nuestras vidas", dijo.

Con respecto al intento de contacto de Knox con la familia a través de una carta, Stephanie afirmó que no tienen intención ninguna de mantenerlo con quien fuera la amiga de su hermana.