Oscar Pistorius "adoraba las armas de fuego", declaró su amigo Darren Fresco en el séptimo día del juicio al atleta en el Tribunal Superior de Pretoria por el presunto asesinato a tiros de su novia, la modelo Reeva Steenkamp.
Fresco testificó ante la juez Thokozile Masipa sobre los dos incidentes en que Pistorius disparó en público una pistola, en los que el testigo estaba presente y que guardan relación con dos de los tres cargos que afronta el deportista, que está acusado además del asesinato de Steenkamp.
En uno de estos episodios, ocurrido en septiembre de 2012, Pistorius disparó su pistola por el techo abierto del vehículo que conducía Fresco después de ser llevados a una comisaría de policía por conducir demasiado rápido.
La ex novia del atleta Samantha Taylor, que también viajaba en el coche, había relatado previamente estos hechos en el juicio, que comenzó el 3 de marzo y está previsto que dure hasta el día 20 de este mes.
"Disculpe, señoría, pero le pregunté si estaba jodidamente loco", dijo Fresco sobre su reacción tras abrir fuego Pistorius.
"Él simplemente se rio", contó Fresco sobre la actitud del velocista, que recuperó la compostura tras pasarse la sesión del lunes vomitando mientras el forense, Gert Saayman, describía las heridas que presentaba el cuerpo de Steenkamp. "Después, (el atleta) continuó conduciendo", añadió el testigo.
Fresco explicó también cómo Pistorius abrió fuego por accidente en un restaurante de Johannesburgo, un mes antes de matar presuntamente a Steenkamp el 14 de febrero del año pasado.
Como ya había señalado la semana pasada otro testigo, el amigo de ambos Kevin Lerena, Fresco confirmó que asumió ante los dueños la responsabilidad de la acción de Pistorius, que así se lo pidió para evitar un escándalo mediático.
La Fiscalía acusa al deportista, de 27 años, de matar intencionadamente a Steenkamp y pide que sea condenado por asesinato premeditado, un cargo que le costaría al deportista la cadena perpetua.
Por su parte, Pistorius se declara inocente de todos los cargos y asegura que disparó a Reeva -que entonces tenía 29 años- por accidente, al pensar que lo hacía contra un ladrón que se había colado en la casa del velocista en Pretoria.