La última vez que Ariel Garzi tuvo contacto con Santiago Maldonado fue el 28 de julio en la localidad de El Bolsón, en la patagonia argentina. Se encontraron en un bar, pero durante esa noche no se habló en ningún momento de la protesta de resistencia en pro de la causa mapuche que se llevaría a cabo cuatro días después, el 1 de agosto, en el sector de Cushumen.
Maldonado no le contó a ninguno de sus amigos o familiares que participaría en esa manifestación. Si bien fue con algunos otros conocidos hasta la comunidad que se enfrentó con la gendarmería trasandina, a sus más cercanos no les avisó.
Ariel Garzi –que el 10 de enero pasado también fue detenido junto a otras dos personas por participar de una protesta que reivindica la recuperación de las tierras indígenas- fue testigo protegido al comienzo de las indagatorias, hasta que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, expuso su nombre en una sesión del Senado donde se entregaron detalles de lo que el Ejecutivo estaban haciendo por la búsqueda del artesano de 28 años, que finalmente fue encontrado muerto en el río Chubut. Garzi fue configurado como testigo luego de que asegurara que a 24 horas de haber desaparecido Santiago, lo llamó por teléfono y la llamada fue contestada por algunos segundos, pero sin que nadie respondiera del otro lado. Tras esa recepción, el celular fue apagado.
Además, ha sido uno de los principales defensores de la hipótesis que asegura que el cuerpo de Maldonado "fue plantado" en ese cauce poco antes de haber sido encontrado por buzos tácticos, lo que se contrapone a los primeros antecedentes entregados por fuentes a medios argentinos. Según la información que ha sido recabada por diarios como Clarín o La Nación, Santiago Maldonado se ahogó en el lugar, pasó dos meses bajo el agua y en su muerte no hubo intervención de terceros. Al respecto, Garzi aseguró en conversación con La Tercera que los peritos que han sido contactados por los cercanos y familiares indican que "el cuerpo no estuvo 80 días bajo el agua". "Yo desconfío de todo", señala al ser consultado por la veracidad de la autopsia encargada por las autoridades del Estado.
¿En qué queda la hipótesis de que el cuerpo de Santiago fue "plantado" en el lugar después de que aparecieran los primeros antecedentes de las pericias oficiales?
Es la misma hipótesis. Desde que comenzó todo esto, la justicia autorizó tres rastrillajes. El último de ellos fue el más grande de la historia argentina y nunca hubo indicio de que el cuerpo haya estado ahí, y eso que cada rastrillaje pasó por el lugar donde encontraron el cuerpo, el cual es muy transcurrido por la comunidad, muy a la vista, es donde la gente va a buscar agua todo el tiempo. Si el el cuerpo hubiera estado ahí desde un comienzo, la gente de la comunidad lo habría encontrado, o también alguno de los efectivos que participaron en la búsqueda. El cuerpo no tiene una descomposición de haber estado 80 días bajo el agua. Nunca fue visto. Lo dicen los peritos que conocen el tema, que tienen mucha experiencia. El cuerpo no tenía más de una semana sumergido. El cuerpo fue plantado ahí, esa es la hipótesis que tenemos nosotros y que tiene la familia. A Santiago lo entregaron. Entregaron el cuerpo ahí para sacarse el problema del desaparecido, de parte del Estado, para entregarle el muerto a la comunidad, pero el cuerpo no estuvo ahí 80 días.
Entonces, hay desconfianza de la pericia oficial que encargó el gobierno...
Yo desconfío de todo, soy sincero. Al principio decían los mismos medios argentinos y el mismo Estado que Santiago estaba prófugo en Chile. Que estaba con guerrilleros de las Farc. Pero ahora son los mismos que dicen que estuvo todo el tiempo muerto y que la comunidad mapuche estuvo ocultando el cuerpo. Se contradicen ellos solos. Las autoridades están manipulando absolutamente todo. No es mentira que en los pulmones hay agua, porque si estaba en el río obviamente tienen agua, pero el Estado dice que murió ahogado y en esa parte del río, el agua no va más allá de las rodillas.
Esto se contrapone al testimonio que dio el buzo táctico, el suboficial Rodolfo José Altamirano, que señaló que en esa parte no se buscó anteriormente.
Es mentira, porque en todas las pericias se pasó por ese punto, ese lugar fue rastrillado previamente. Supongamos que el cuerpo hubiera estado en un pozo de dos metros como él dijo, ¿me vas a decir que en todos los rastrillajes no se va a ver un cuerpo? ¿Un bulto del tamaño de Santiago sumergido a más de un metro de profundidad? Son insostenibles las excusas.
Bajo tu hipótesis, ¿por qué crees que lo hicieron desaparecer así?
Porque están buscando un muerto desde hace muchísimo tiempo. Los gendarmes nos corrían hasta el río gritando "maten a uno, maten a uno". El 10 de enero cuando me detuvieron también gritaban lo mismo. Están buscando un muerto para que las comunidades mapuches se asusten, tengan temor y dejen de reclamar por lo que están reclamando. Es una situación bastante triste.
¿Santiago tenía alguna relación con algún sector político?
Con ninguno. No creía en la política, no le gustaba la política, no creía en el Estado. Era una persona media marxista en ese sentido.
Pero este caso se ha visto muy politizado en Argentina, de hecho fue uno de los temas fuertes que se tocó entre el oficialismo y el kirchnerismo, de manera previa a las elecciones legislativas.
Sí, pero no me sorprende que se esté utilizando la situación de Santiago como maniobra política. Me parece muy vergonzoso. Porque usar la desaparición de una persona, de ambos lados, para hacer política, no me parece. Ha habido una utilización.