El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional indicó en un reporte que las restricciones israelíes están evitando que los palestinos reciban suficiente agua en la Franja de Gaza y la ocupada Cisjordania.
El reporte reveló que el consumo diario per cápita de agua de los israelíes era cuatro veces mayor que el registrado en los territorios palestinos.
"El agua es una necesidad básica y un derecho, pero para muchos palestinos obtener incluso niveles de baja calidad y cantidades sustanciales se ha vuelto un lujo que apenas pueden tener", dijo Donatella Rovera, de Amnistía Internacional.
Un portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desestimó la declaración del grupo activista de que Israel estaba privando de agua a los palestinos, y la calificó como "absurda".
Israel afirma que ha cumplido con todas sus obligaciones bajo el acuerdo de Oslo de 1993, mientras que los palestinos no han logrado sostener los requerimientos para reciclar agua y no la están distribuyendo con eficiencia.
"Israel suministró a los palestinos 20,8 millones de litros cúbicos de agua, superando lo que está obligado a hacer bajo el acuerdo de agua", dijo el portavoz de Netanyahu, Mark Regev.
El propio Estado judío, que sufre escasez sin precedentes de agua y crecientes tarifas, controla buena parte de los suministros de Cisjordania y los distribuye desde un acuífero que pasa por Israel hacia el territorio palestino.
Israel vende parte del agua a los palestinos bajo cuotas acordadas por el pacto de Oslo, que según grupos de derechos humanos no han sido incrementadas en concordancia con el aumento de la población.