Amnistía Internacional denuncia que continúan las acciones de violencia, especialmente contra el grupo minoritario musulmán rohingia en la región occidental de Myanmar, seis meses después que el gobierno declaró el estado de emergencia.
El grupo defensor de derechos humanos acusa tanto a las fuerzas de seguridad como al grupo local budista rakain de lanzar ataques contra los rohingias en la región, y destaca que muchos de ellos han sido víctimas de golpizas, asesinados y violados.
El investigador de Amnistía Internacional, Benjamin Zawacki, dijo que aunque tanto los budistas como los musulmanes han sido objeto de ataques, el reciente brote de violencia ha sido dirigido en particular contra los rohingias.
La tensión entre los rakaines y los rohingias data desde hace mucho, en particular porque varios rakaines consideran a los rohingias como residentes ilegales procedentes de la vecina Bangladesh.
El gobierno dijo que en los enfrentamientos de mayo y junio dejaron por lo menos 78 muertos, declarando estado de emergencia el 10 de junio.