Una carta envió Amnistía Internacional al Presidente Sebastián Piñera, con el fin de pedirle que enfatice la promoción y respeto de los derechos humanos en Chile.

En el contexto de la conmemoración de la primera mitad de su mandato, el organismo creonoció algunos avances, como la entrada en funcionamiento del Instituto Nacional de Derechos Humanos y la publicación del informe de la Comisión Valech II, sobre prisión política y tortura durante el régimen militar.

No obstante, alertó sobre la criminalización de la protesta social, la persistente violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas, y la aplicación de la ley Antiterrorista a comuneros mapuches.

La organización afirmó que en el marco de las protestas sociales de 2011, manifestantes denunciaron uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, uso inadecuado de gases lacrimógenos y cañones de agua, detenciones arbitrarias e informes de tortura y maltrato, incluyendo golpes y amenazas de violencia sexual.

En relación con los conflictoa con los pueblos indígenas, AI denunció violencia contra las comunidades, y advirtió que "si no se resuelven las exigencias sobre las tierras de una manera justa y con el consentimiento previo, libre e informado de los propios pueblos indígenas, las tensiones no desaparecerán".