La mañana de este jueves, a eso de las 9.00 horas, funcionarios de la municipalidad de San Joaquín llegaron hasta la población Legua Emergencia para comenzar con los trabajos de demolición del muro que divide el sector.
Ahí, como está contemplado por las autoridades, se pretende realizar una apertura de los pasajes. Según se ha informado, se realizarán diligencias en los pasajes Santa Elisa, Ñuño da Silva, Álvaro Sánchez y Karl Brunner.
Cabe precisar que las labores de demolición se desarrollan en medio de una amplia presencia policial. Hasta el lugar llegaron efectivos de GOPE, FFEE, Tránsito, Radio Patrullas y de la Prefectura Aeropolicial. Asimismo, concurrió personal del Ministerio Público y de la Policía de Investigaciones.
Aquello, debido a que la iniciativa ha generado gran controversia entre vecinos y autoridades. Parte de la comunidad cree que si el muro es derribado estarán más propensos ante la violencia que se vive en el lugar, mientras que las autoridades sostienen que el objetivo es facilitar las labores de las policías y así reducir la peligrosidad en la zona.
Dentro de las entidades que apoyan la medida se encuentra Fundación Paz Ciudadana, desde donde indicaron que esto era "absolutamente necesario para mejorar la seguridad de la población".
El director ejecutivo de la entidad, Daniel Johnson, recordó que el plan original de intervención del gobierno contempló junto con la construcción de viviendas sociales, la recuperación de espacios públicos y la apertura de sus pasajes.
Esto "contribuirá no sólo a la conexión con la ciudad, sino que a la vigilancia natural que las propias familias pueden hacer en su población, el despliegue de acciones preventivas por parte de las policías y una mejor gestión del municipio sobre la infraestructura pública", sostuvo.
Según la última Encuesta de Victimización realizada en La Legua por la Fundación, en conjunto con el Municipio, en el año 2015 se registró una percepción de delincuencia y violencia significativamente mayor que en el resto del país.
De acuerdo al análisis de ese año, las situaciones que más causaban temor en el barrio eran las balaceras (60,9%); los asaltos en las calles (15,9%); y la venta de drogas (5,6%). Más atrás se ubicaron los robos en los domicilios, las amenazas de personas o grupos y el consumo de alcohol y drogas en las calles.