La policía amplió este lunes el área de Nueva York en la que buscan restos humanos u otras pruebas que puedan ayudar a la identificación de un asesino en serie, al que se le atribuye la muerte de al menos cuatro mujeres y del que se sospecha que podría ser incluso un ex agente de policía.
Una portavoz de la Policía del condado de Nassau -que forma parte de la isla neoyorquina de Long Island- confirmó que en la búsqueda iniciada este lunes en su territorio se encontraron restos de otros dos cuerpos, aunque aún no se confirmó que sean humanos.
"Los forenses tardarán entre 24 y 48 horas en determinar si son humanos, pero lo cierto es que lo parecen", detalló la citada portavoz, quien confirmó que uno de los huesos posiblemente sea una calavera.
Este hallazgo elevaría a diez el número de cadáveres cuyos restos fueron localizados en los últimos meses en la misma zona playera de Nueva York, aunque hasta ahora sólo se habían encontrado en el vecino condado de Suffolk.
Según detallaron las autoridades, la búsqueda se concentra en el Parque Estatal de Jones Beach, un área muy agreste donde la gente acude para hacer camping, ir a la playa, practicar surf y observar aves, entre otras actividades.
El boscoso Santuario Silvestre en Memoria de John F. Kennedy es otra zona donde también se buscan restos de más víctimas de un asesino al que algunos medios llaman ya "el Dexter real", en referencia al protagonista de la serie de televisión del mismo nombre y cuya historia guarda por el momento muchas semejanzas con este caso.
En los últimos meses se han descubierto en varias zonas próximas (igual de agrestes y de difícil acceso, aunque en Suffolk) restos humanos de ocho personas en diferentes estados de descomposición, de los que cuatro ya han sido identificados.
Se cree que todos son responsabilidad de un mismo asesino en serie que opera siempre con procedimientos similares, el que habría matado a sus víctimas en otros lugares para luego arrojar los restos en bolsas de lona a zonas pantanosas de difícil acceso y en un periodo de al menos dos años.
Todos los cuerpos identificados fueron hallados en una estrecha franja de playa que forma parte de las islas situadas al sur de Long Island, y eran de chicas jóvenes que trabajaban como prostitutas y ofrecían sus servicios a través de la web Craigslist.
Sobre la identidad del asesino, los investigadores -a los que se ha sumado el FBI- insistieron en que aún no se tiene un sospechoso y que la posibilidad de que se trate de un exagente de policía es "mera especulación".
Según publicó primero el diario The New York Times y luego otros medios locales, los investigadores temen que el asesino sea un ex agente de policía o al menos tenga un pasado relacionado con las fuerzas del orden, ya que ha demostrado saber, por ejemplo, cómo actúan las autoridades a la hora de interceptar y localizar llamadas telefónicas o rastrear pruebas.
Se cree que el asesino podría ser quien llamó a la hermana de una víctima en varias ocasiones, en las que utilizó el móvil de la fallecida, así como teléfonos de prepago desde lugares públicos muy concurridos (como Times Square o el Madison Square Garden). Las llamadas nunca duraron más de tres minutos.
También ABC News aseguraba que la falta de pruebas, pese a la gran cantidad de material para investigar, hace temer a las autoridades que el asesino tenga un pasado policial.
El diario New York Post añadía por su parte, sin identificar sus fuentes, que los restos de una de las víctimas que aún no están identificadas corresponden a un niño pequeño y que los encontrados este lunes son humanos, lo que elevaría a diez el número de víctimas que se atribuyen al asesino, del que se cree que lleva una vida normal y tiene una inteligencia especialmente elevada.