La cantante Amy Winehouse fue absuelta el viernes del cargo de atacar a una admiradora que quería tomarle una foto.
El juez Timothy Workman declaró a Winehouse, de 25 años, inocente de darle un puñetazo en el ojo a la bailarina Sheren Flash, una admiradora que pidió fotografiarla durante un baile de caridad en septiembre.
Los fiscales la acusaron de ataque deliberado. Pero Winehouse dijo que se sintió amedrentada por el flash, que estaba borracha, y que además era demasiado menuda como para golpear a la bailarina en la cara.
Winehouse llegó al estrellato con el álbum "Back to Black" (2006), ganador del Grammy, pero su vida artística se ha visto mezclada con denuncias de consumo de drogas, enfrentamientos con la policía y un matrimonio lleno de desavenencias.