Amy Winehouse nuevamente debió ser ingresada en un hospital de Londres, esta vez por presentar problemas con sus prótesis mamarias. Así lo aseguran medios locales, que agregan que la intérprete de Rehab acudió a la clínica -la misma en la que el año pasado se sometió a una cirugía estética- luego de sentir molestias en sus pechos.

Un amigo de la familia comentó que al diario The Sun que la intérprete "estaba agonizando y supo que tenía que hacer algo con sus implantes". Y aunque se alarmó por sus "dolores agonizantes", Winehouse creyó que no tendría que quedarse ingresada.

"Pensó que se iría en un rato, pero el dolor fue a peor", agrega la misma fuente, explicando que probablemente la artista tenga que someterse a una nueva cirugía o quitarse las prótesis.

Mientras, los médicos a cargo de la salud de la estrella siguen realizando pruebas para detectar el origen de los dolores que durante un tiempo ha estado sufriendo Winehouse.

Trascendió que durante la estadía de la cantante en el hospital, su ex marido Blake Civil-Fielder no la ha visitado, cumpliendo con la medida impuesta por un juez que le impediría salir de su domicilio a partir de cierta hora.