La cantante británica Amy Winehouse, que  en los últimos años batalló contra una fuerte adicción a las drogas y el alcohol, regresó a los estudios de grabación en Londres para preparar su tercer álbum.

De acuerdo al diario inglés The Sun, Winehouse, de 25 años,  "primero trató de resolver su adicción a las drogas y luego su  problema de dientes" antes de comenzar a grabar su nuevo disco,  que aún no tiene título.

La cantante, que regresó a Londres tras una larga estadía en  la isla caribeña de Santa Lucía, comenzó a grabar con el productor británico Mark Ronson, quien se había distanciado de  la estrella del jazz por los problemas de ésta con las drogas y  el alcohol.

"El (Mark) cree que ella está mejor y ahora están trabajando  juntos y comenzarán a grabar pronto. Todo lo que él hace es  increíble", declaró el rapero británico Letal Bizzle.

"Amy es muy buena. Creo que será otro gran álbum", agregó.