Fue una noche que recordó las pasiones que bajaban desde el cerro como coros de fervor, y también, como pifias iracundas contra los números descartables: anoche, la Quinta Vergara revivió para celebrar a Ana Gabriel y por el contrario, para "comerse" al pobre show musical del humorista Ruddy Rey.

"También las maduritas podemos hacer feliz a la gente", dijo coqueta Ana Gabriel, quien volvió anoche al Festival de Viña a liderar una jornada sostenida en su experiencia y en la del español Raphael. La respuesta resultó tan vigorosa como la que experimentaron Ricky Martin y Laura Pausini. En el rating, aún más poderosa: un promedio de 42,3 puntos de rating entre las 22.15 y las 23.59 horas, con un peak de 48 puntos. Ambos, los más altos de los tres días.

La jornada recibió a los animadores, Rafael Araneda y Carolina de Moras, de la mano en el escenario a las 21.58 horas, saludando -con exceso de confianza- "al Festival más importante del continente".

A las 22.15 horas apareció Ana Gabriel en el escenario, entonando Soy como quise ser. Diecinueve años habían pasado desde que la mexicana se había subido por última vez a la Quinta Vergara. Acompañada por 28 músicos chilenos y nueve de su banda, la mexicana paseó el dramatismo de su garganta por temas como Es demasiado tarde y Nadie sabe lo que tiene, apretando su set en varios medleys (Cosas del amor y Evidencias) y aguantando sus mayores hits, Quién como tú o Solamente amigos, hacia el final de su show.

AMIGOS Y MAS

Desde las gradas, coro permanente y lágrimas de las mujeres adultas. La cantante aprovechó su tercera visita, además, para tocar el tema contingente entre las visitas internacionales: Venezuela. "Que resistan, que no se sientan solos, que no aflojen y que levanten el vuelo por la libertad", dijo, al recibir las gaviotas de plata y oro. Es más -y como si la entrega de premios no fuera ya excesiva en el certamen-, la alcaldesa Virginia Reginato subió a entregarle un galvano inédito por ser la "artista más popular", de acuerdo a una votación que coordina el diario La Cuarta.

Tras una hora y 45 minutos, la intérprete azteca abrochó su presentación con Gracias a la vida, de Violeta Parra, envuelta en los gritos que censuraban un lento paso a las imágenes del backstage viñamarino. En el escenario, bruscamente ingresaron los técnicos a vaciar la tarima.

Eso, para limpiar el paso a los demás artistas del cartel que debían subir al escenario. Primero fue el turno del humorista Ruddy Rey, quien se convirtió en la primera víctima fatal del monstruo; a pesar de sus numerosos intentos por reconquistar al público, sólo recibió pifias de vuelta. Su show duró sólo cerca de 20 minutos.

Luego de la competencia, vino la presentación de Raphael, quien llegó como reemplazo, tras las cancelaciones de Lucero y, luego, de Alejandro Fernández.

El español se adueñó de la Quinta Vergara con sus grandes éxitos y al igual que Ana Gabriel y Laura Pausini se dio tiempo para hacer su versión de Gracias a la vida.

Luego de más de una hora en el escenario, donde sonaron clásicos como Mi gran noche, Ella ya me olvidó, Digan lo que digan y Estuve enamorado de ti, entre otras, recibió las antorchas de plata y oro.

"Seguimos hasta que ustedes quieran", señaló en medio de su presentación, que terminó poco antes de las 03.40 horas y luego de terminar de recibir las gaviotas ante la ovación del público.