"Han sido 24 horas bastante intensas. No estoy pasando un momento muy bueno, porque son situaciones que te destruyen la vida, el alma", señala Ana María Gómez (66), la ex directora del Jardín Infantil Hijitus de la Aurora, que el miércoles fue sobreseída definitivamente, por los delitos de cómplice de abuso sexual y violación impropia de cuatro menores del establecimiento.

En entrevista con La Tercera, comenta que se cerró la primera parte de  lo que calificó una "pesadilla", donde perdió el esfuerzo de 40 años: el jardín, ubicado en la comuna de Vitacura.  Eso, sumado a que su imagen "fue mancillada ante la opinión pública".

Ahora, dice, sus esfuerzos se enfocarán en el juicio que tendrá su hijo, Juan Manuel Romeo Gómez, quien es el acusado como autor material de los delitos contra los alumnos del Hijitus.

Durante la audiencia de sobreseimiento solicitó llegar hasta el juicio ¿Por qué lo hizo?

Yo imploré llegar hasta el final,  porque la fiscalía pidió el sobreseimiento, dado que a ellos les habían bajado en la preparación del juicio, una prueba esencial. Eso me toca mis valores cristianos y mis principios, que es lo único que me queda, porque acá estoy de indigente, perdí todo. Pedí el juicio, porque ahí iba a demostrar que era inocente, que no pasó nada.

Entonces no quedó satisfecha con la determinación del tribunal.

No, porque yo quería llegar hasta el final. Tengo pruebas contundentes de mi inocencia y quería acreditar que los que se acusa nunca ocurrió.

Usted pasó de ser la propietaria de un jardín infantil a ser señalada como cómplice de abusos ¿Se cerró ese capítulo? 

Era un jardín  reconocido y tenía un prestigio. Llevábamos 40 años educando y habían pasado generaciones de alumnos. Me acuerdo que me acuesto y de madrugada sucede todo: las denuncias y la detención de mi hijo. Ni siquiera había un rumor de supuestos abusos (…) Fue una gran sorpresa, quedé en estado de shock. Fui formalizada y permanecí siete días en prisión preventiva. Fue un vejamen, me pusieron esposas y uno no es tratada dignamente. Me metieron a una jaula de fierro, con el piso de tierra mojado.  Estuve con personas presas por lo mismo, educadoras de otros recintos educacionales. Ellas decían que Mario Schilling (abogado que presentó las denuncias) empezó esto y que comenzó una histeria colectiva.

¿Qué responsabilidad tiene él?

Fue el que provocó la alarma pública, utilizó a los medios. Quién no le iba a creer cuando decía que yo estaba en Argentina levantando otro jardín, que me estaba escondiendo. Usó su ex trabajo en la fiscalía para engañar a las personas. Eso se sumó a que la madre que acusó a mi hijo es esposa de José Miguel Izquierdo que trabajaba para el ejecutivo. Todo el poder estaba en contra mío y por eso causó tanto revuelo.

¿Y el rol del Ministerio Público?

Pasa que fiscalía tiene mucho poder, solamente ellos investigan y eso no puede ser. A mí entender, luego de conocer este mundo, deben existir dos entes que realicen los procedimientos. Si llegan a la misma conclusión que condenen, así no jugamos con los niños preguntándoles una y otra vez. Debe existir un mecanismo que regule el actuar de la fiscalía.

¿Critica como se investigan los abusos en el país?

Se investiga imparcialmente, sin el principio de objetividad y el principio de inocencia es letra muerta. El proceso de preguntas es inductivo y es condicionante a la respuesta del niño.

¿Se genera mayor exposición al ser acusada de este delito?

La acusación de abuso a menores es tan condenable que uno pierde la razón. Nos llenamos de pánico y miedo, lo que hace que cometamos errores. Se hacen juicios paralelos, que se convierten en una verdadera condena mediática.

Viene el juicio contra su hijo. ¿Cómo cree que se va a desarrollar?

Mi hijo tiene sus pruebas contundentes que demostrarán su inocencia. Lo acusaron, porque lo encontraron raro y tienen toda la razón, ya que tiene epilepsia. Toma muchos medicamentos, que le producen lentitud. Tuvo un accidente a los nueve años y le produjo esa secuela.

¿Qué pasará con el jardín?

Se deshizo. Yo llego hasta aquí no más. Lo venderé, porque tengo que vivir, tengo que pagar muchos abogados, llevó $ 160 millones gastados, si uno no tiene esa plata, no puede hacer nada. Mis hermanos me ayudaron y se las devolveré cuando pueda vender la propiedad.

Demandará al Estado por daños

Ni siquiera he pensado en eso. Primero debe terminar la segunda parte de esto y recién vamos a evaluar eso con mis abogados.