A las 9.30 horas de mañana- en vuelo de Iberia- llegan a Chile los anarquistas Francisco Javier Solar y Mónica Caballero, condenados por daños terroristas, luego de hacer estallar una bomba en la Basílica del Pilar de Zaragoza, en España el 2 de octubre de 2013.

El 30 de enero pasado, los jueces de la Audiencia Nacional de ese país Ángela Murillo, Paloma González y Juan Francisco Martel decretaron la expulsión de la pareja, a modo de sustitución de su condena por los delitos de lesiones y daños terroristas.

La decisión judicial fue el término de un largo proceso, luego que los chilenos invocaran el artículo 89 del Código Penal español alegando que las penas de más de un año de prisión en contra de un ciudadano extranjero pueden ser reemplazadas por su expulsión del territorio hispano. En casos donde la justicia española quiere dar una señal por la gravedad del delito, se espera hasta que cumplan un tercio de la pena, lo que en este caso se concretó hace algunas semanas.

Para volver debieron acreditar un domicilio en Chile -que hasta el momento tiene carácter reservado- y lo harán en calidad de ciudadanos libres, sin ninguna deuda pendiente con la justicia chilena, ya que fueron absueltos en el marco del caso Bombas. La última obligación de las autoridades españolas será embarcarlos en el vuelo que los traerá de regreso a Santiago, esta vez como matrimonio, ya que se casaron en una cárcel hispana.