El 17 de abril de 2008, un grupo de diputados socialistas llegó hasta el despacho de Osvaldo Andrade. Días antes, el entonces ministro del Trabajo había anunciado el envío al Congreso de un proyecto de ley para fortalecer la negociación colectiva, y los parlamentarios de su partido decidieron entregarle una propuesta de reformas laborales para complementar esa iniciativa.

Dieciocho meses después, el jefe de bancada PS, Marcelo Díaz, anunció ayer la elaboración de un proyecto de ley alternativo basado en esa propuesta y encontró el férreo respaldo del propio Andrade. ¿La razón? Los dichos del ministro José Antonio Viera-Gallo, quien consideró inviable que el proyecto gubernamental -que aún no entra al Parlamento- sea aprobado en los últimos meses de la actual administración.

"Quien se ha comprometido a cambiar la legislación laboral es Eduardo Frei. Quienes quieren que cambie la legislación laboral en Chile que voten por Frei", argumentó el domingo el titular de la Segpres, generando críticas en la oposición.

Más allá de la viabilidad del anuncio hecho por Díaz (ver recuadro), el ex ministro del Trabajo -quien hoy postula a la Cámara por Puente Alto- respaldó ayer la rebelión que encabezan los diputados de su partido. Y tomó distancia de la Presidenta -de quien fue uno de sus ministros más cercanos- al subrayar que con los dichos de Viera-Gallo se está incumpliendo una promesa de Bachelet, quien se comprometió a legislar sobre negociación colectiva en su gobierno.

"Había un compromiso que estaba en el programa de gobierno y la gente suscribió ese compromiso al votar por Bachelet. Aquí hay un incumplimiento y eso es un error", afirmó Andrade a La Tercera.

El ex ministro no quiso atribuir la negativa del Ejecutivo a las posturas discrepantes que existen sobre el tema en el comité político. Sin embargo, apuntó contra quienes cuestionan la reforma en pos de defender la creación de empleos en tiempos de crisis, una postura que ha sido defendida por el titular de Hacienda, Andrés Velasco, y el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma.

"Me preocupa una lógica que se ha instalado que alude a la vieja frase 'hay que cuidar a los ricos'. Ahora eso se traduce en que hay que cuidar a quienes dan los empleos. Pero los gobiernos de la Concertación están para cuidar a los más débiles, y los trabajadores son los más débiles", sentenció.

APOYO A VIERA-GALLO
La molestia en la bancada PS se extendió a sus pares del PPD, donde cuestionaron la decisión del Ejecutivo de no debatir el proyecto en plena campaña presidencial.

"No puede ser que por temor a la derecha o por tratarse de un año electoral queden nuevamente de lado los trabajadores", sostuvo el diputado Tucapel Jiménez.

Sin embargo, la rebelión de los diputados chocó con el parecer de los jefes de partidos oficialistas, quienes tras su habitual encuentro de los lunes se alinearon con la postura asumida por Viera-Gallo.

"La tarea de establecer un Nuevo Código Laboral naturalmente que se asocia con la llegada de un nuevo gobierno", sentenció el PS Camilo Escalona. "Quien quiera cambios en esa materia tiene que votar por Frei", señaló el presidente del PRSD y vocero de la Concertación, José Antonio Gómez.