El domingo 23, cuando ya se conocía el resultado de la mayoría de las comunas y la plana mayor de Chile Vamos celebraba con champaña los triunfos en Santiago, Providencia, Maipú y otros municipios, el senador de RN Andrés Allamand veía las escenas de abrazos y rostros sonrientes desde su casa. Asegura que estaba "acuartelado" con su equipo y en contacto con gran parte de los candidatos de su circunscripción, Santiago Poniente. Hoy, en contraste con el ambiente de exitismo que impera en las filas opositoras, el ex ministro hace un llamado a su bloque a no confiarse y a trabajar de cara a la elección presidencial del próximo año.

En una lectura general de los resultados de las municipales, la derecha ganó: recuperó municipios emblemáticos y logró sobrepasar en número de alcaldes a la Nueva Mayoría. ¿No debiera estar contento, como todo el resto?

Ganamos, y por eso estamos contentos, pero nunca ha sido más aplicable aquello de que en la confianza está el peligro. En los hechos, votó más o menos un millón de personas menos. En alcaldes ganamos solamente por un 1% y en concejales seguimos abajo siete puntos, por lo tanto, la centroderecha no tiene ningún margen de error hacia adelante. Tenemos que preservar la unidad, mantener una actitud de cautela y, sobre todo, ir generando los puentes que son importantes para el nuevo escenario político en que se va a dar la elección presidencial.

En la celebración del triunfo municipal en la casa del ex Presidente Sebastián Piñera, el ex ministro Andrés Chadwick dijo que esto demostraba la "consolidación" de Chile Vamos. ¿Comparte esa apreciación?

Se afianza un proceso de consolidación que era muy necesario después de años en que hubo varias partidas falsas, pero en la política ocurre lo mismo que en el deporte: cuando se gana un partido todos festejan y cuando se pierde, muchos se deprimen. Objetivamente, estamos en un muy buen pie y mejor de lo que nos encontrábamos hace una semana. Y está colaborando mucho con nosotros la debacle que se ha producido en el gobierno y en la Nueva Mayoría. De alguna manera, alguien podría pensar que las réplicas del terremoto son incluso exageradas, pero la verdad es que lo que ha ocurrido es que las grietas que ya existían al interior del gobierno y en la Nueva Mayoría, que antes aparecían solo como fisuras, hoy se han expandido y se han mostrado como lo que son: abismos que en algunos casos hacen inviable la proyección de la Nueva Mayoría.

El 2012 fue su sector el que tuvo que enfrentar una derrota municipal que algunos atribuyeron al mal momento del gobierno de Sebastián Piñera. Hoy día, como usted dice, es al revés. ¿Cree que hubo un voto de castigo para la Nueva Mayoría o un apoyo a Chile Vamos?

Las dos cosas. Este año, la Nueva Mayoría cometió los mismos errores que cometió la Coalición por el Cambio durante el gobierno anterior el 2012. Ese año, la centroderecha no calibró que el momento marcaba un rechazo al gobierno de la época y cometió el grave error de presidencializar la elección municipal. Me acuerdo como si fuera el día de hoy, porque yo en ese entonces era ministro de Defensa y me negué tajantamente a hacer campaña por las tareas de mi cargo y porque consideraba que presidencializar o politizar la elección municipal en 2012 era un grave error. Ahora, ocurrió lo contrario, la Nueva Mayoría, por el ímpetu del ex Presidente Ricardo Lagos, no calibró el 70% de rechazo que tiene el actual gobierno y presidencializó una elección municipal. Estoy convencido de que el apoyo de Ricardo Lagos, José Miguel Insulza y Alejandro Guillier a Carolina Tohá fueron para su candidatura un salvavidas de plomo. Al final, más allá de los innegables méritos de Felipe Alessandri, votar en contra de Carolina Tohá era la mejor manera de rechazar la gestión de la Nueva Mayoría. Por lo tanto, se dio vuelta la tortilla y los errores que cometimos nosotros hace cuatro años hoy los cometieron ellos.

Muchos dirigentes de Chile Vamos han dicho que se están "capitalizando" los errores del gobierno...

Se capitalizó porque cuando hay una votación con voto voluntario, el rechazo se puede expresar de dos maneras: vía abstención -que aumentó-, pero también vía adhesión, por lo tanto, las personas que fueron a votar y que nos dieron mayoritariamente un respaldo, están reflejando que la gente empieza a percibir a Chile Vamos como una alternativa de futuro, por lo tanto, sí hay capitalización. Otra cosa es que en el año que viene por delante este proceso tiene que consolidarse.

¿Qué tan importante fue el rol del ex Presidente Sebastián Piñera en esta elección?

Creo que el ex presidente jugó sus cartas en esta campaña municipal en forma acertada. Estuvo al inicio de la campaña e influyó mucho en el remate final. La última semana debe haber significado una pérdida de no menos de dos o tres puntos para la Nueva Mayoría y el gobierno. El episodio de la frustrada ley exprés, a mi gusto la demostración más grande de descriterio y falta de manejo político que había visto nunca en un equipo de gobierno, junto con el impulso y el compromiso de Piñera en distintas comunas donde le introdujo un elemento al trabajo comunal que se había efectuado, agregó en el momento oportuno un elemento político de gran complemento. A lo que me refiero es que el enorme trabajo que durante años había efectuado, por ejemplo, Felipe Alessandri le estaba rindiendo, pero quizás no bastaba para ganar la elección. La imagen de Kathy Barriga en Maipú quizás le estaba rindiendo, pero le faltaba un empujón final, y ese impulso lo dio el apoyo de Piñera en los últimos siete días de campaña. Creo que en una política tan volátil, las elecciones tienden a resolverse cada vez más en las últimas semanas.

Algunos dirigentes de la UDI dijeron que estos resultados sirvieron para superar la crisis que había en ese partido tras los casos de financiamiento irregular. ¿Se puede decir que se salió de la crisis?

No, sigo pensando que la política en Chile -como en otros países del mundo- se mantiene en una crisis y la verdad es que la UDI obtuvo un muy buen resultado, particularmente para la forma en que enfrentó la elección, pero también creo que ese tipo de declaraciones exitistas son las que aumentan la distancia con la ciudadanía. Así como creo que el episodio Pacheco perjudica al propio Lagos, dar por superada una situación crítica que afecta a todos los sectores políticos tampoco es bien percibida. Lo que la ciudadanía está esperando es una actitud cautelosa de los dirigentes políticos y que sigamos trabajando en la perspectiva de aumentar la confianza en las instituciones. Si votó apenas el 34% del padrón, nadie puede dar por superada la situación que nos afecta.

¿Le quitan mérito al triunfo de su sector las altas cifras de abstención?

No, para nada. Pretender que con motivo de la abstención los resultados no tienen validez política es una acrobacia intelectual que no va a ninguna parte. Lo concreto es que votó menos gente, votó mucho menos gente por la Nueva Mayoría y también por nosotros, pero, en definitiva, el balance es favorable para la centroderecha. Y a nivel individual, el gran ganador de esta elección es Piñera y el gran perdedor es Lagos. Creo que Guillier tampoco tiene mucho que festejar, porque en su región le dieron una paliza, y a nivel de alianzas no hay ninguna duda de que la ventaja queda para Chile Vamos, pero tenemos una ventaja mínima y solamente un 5% de menor abstención puede cambiar el resultado.

Muchos adelantaron un mal resultado de la Nueva Mayoría en la municipal, pero nadie pudo adelantar la victoria de Chile Vamos. ¿A qué atribuye eso?

Para mí, la otra señal potente de esta elección tiene que ver con un cambio generalizado en la política en el mundo y también en Chile. La política desde el punto de vista de los resultados se ha vuelto imprevisible, las sorpresas están a la orden del día y habrá que acostumbrarse a vivir con grados mucho mayores de incertidumbre que en el pasado. ¿Quién se había atrevido a anticipar el triunfo de Jorge Sharp en Valparaíso? Nadie. Y estamos hablando de una de las ciudades más importantes del país. En la política antigua, los resultados tenían grados importantes de previsibilidad, las encuestas eran confiables, pero con 60% o 70% de abstención, ninguna encuesta es confiable y, por lo tanto, habrá que acostumbrarse a que los resultados electorales una y otra vez van a dar sorpresas. Y, por lo tanto, la mejor manera de equivocarse es cantar victoria anticipadamente.

Al día siguiente de las elecciones municipales, dirigentes de Chile Vamos comenzaron a deslizar la idea de que Piñera debía adelantar su anuncio de candidatura presidencial. ¿Cree que debe hacerlo antes de marzo, como lo ha dicho?

"Si con agüita va sanando, agüita sígale dando", dicen en el campo. Si el resultado hubiera sido adverso, no hay ninguna duda de que Piñera debía haber anticipado su determinación. Con un resultado favorable, todo indica que no hay que anticipar la determinación. Bachelet en la elección presidencial anterior saltó a la cancha en el mes de abril, y Piñera ha dicho que lo hará en marzo. Pienso que hoy esa es una decisión correcta, pero eso no significa que la centroderecha en estos meses tenga que quedarse paralizada. Por lo pronto, hay que trabajar a lo menos en dos aspectos: el primero, generar todas las condiciones para tener una primaria en que participen todos los candidatos de la centroderecha y, en particular, Manuel José Ossandón y José Antonio Kast y, simultáneamente, hay que empezar a darles rodaje a los equipos programáticos, porque a diferencia de la elección anterior, en esta los programas van a valer mucho.

¿Por qué es tan importante que Ossandón y Kast lleguen a una primaria?

Porque el valor unidad va a ser extraordinariamente importante. Asumo que la centroizquierda va a tener tres candidaturas presidenciales a lo menos: una de la DC, otra de la Nueva Mayoría y otra de lo que yo llamo el Podemos chileno. Y, por lo tanto, el que desde el principio genere imagen de unidad tiene enorme ventaja. Además, porque creo que Kast y Ossandón no tienen ninguna razón para no participar en la primaria de la centroderecha. Ossandón renunció a RN porque él sostuvo que no estaban dadas las condiciones para que lo dejaran participar en la primaria presidencial, pero ahora todo indica que sí va a haber una primaria presidencial en la que va a participar claramente Sebastián Piñera, y Felipe Kast también ha dicho que va a estar de todas maneras, y RN y la UDI tienen que resolver si van a llevar candidatos propios o van a apoyar a Piñera, por lo tanto, la razón de Ossandón para abandonar el bloque simplemente hoy carece de significado. No hay ninguna razón para que él no participe en la primaria.

A su partido, RN, le fue bien en esta elección. Obtuvo la mayor votación de alcaldes. Usted fue bastante crítico de la directiva que encabeza Cristián Monckeberg cuando se negoció con el bloque para las primarias municipales. ¿Hace alguna autocrítica?

El resultado fue objetivamente muy bueno para la centroderecha, tanto para RN como para la UDI y, en consecuencia, estoy muy contento de que se haya obtenido ese resultado. Muchos nos desplegamos a lo largo del país en distintas posiciones, yo personalmente y mi equipo preparamos, al menos, a 500 candidatos a concejales durante los últimos meses, en un trabajo silencioso y directo. Y yo recorrí nueve regiones.

¿Pero por qué lo hizo de manera silenciosa? Usted ha sido la cara visible de la oposición a la actual directiva.

Siempre quiero que las cosas se hagan mejor. Tanto a nivel de RN como de Chile Vamos y, por lo tanto, siempre estoy empujando para que seamos más autoexigentes. Digo que es un trabajo silencioso porque en una elección municipal, lo que hace la diferencia es, precisamente, el trabajo con los candidatos. Me pasé semanas trabajando directamente con candidatos a concejales y muchos a alcalde, porque creo que más importante que los "endosos" que se puedan hacer, es cómo uno aporta su experiencia a la planificación de las campañas, a la definición de los contenidos, a la orientación. Pero RN tiene todas las razones para estar contento. Ahora, también debe mirar sus resultados con cautela. El año 2008 también RN obtuvo el primer lugar en la elección de concejales y el 2009 tuvimos una mala elección parlamentaria, por lo tanto, en la política de hoy nada está asegurado, todo está por ganarse o perderse en la siguiente elección.

La directiva de RN, al menos Monckeberg y su secretario general, Mario Desbordes, ya dijo que esperan ir a la reelección. Usted dijo que no postulará a ese puesto, Si es así, ¿apoyaría la reelección de la actual directiva o va a propiciar que aparezca otra?

Señalé hace meses que no iba a participar en la elección interna que, por lo demás, es lo que tradicionalmente hago. Fui fundador de RN y nunca me he involucrado en las elecciones internas. La actual directiva tiene ciertamente el derecho a repostularse, creo que en la historia de RN siempre ha habido elecciones por la directiva y, por lo tanto, espero que, en definitiva, los militantes y los dirigentes resuelvan lo mejor para consolidar el buen resultado municipal.

¿Pero va a apoyar la reelección de esta directiva o se inclinará por otra?

Por ahora, me voy a mantener al margen.

En su momento, usted fue bastante crítico del conglomerado. Sus dardos apuntaron a la orgánica del bloque, a la falta de manejo político. ¿Mantiene esas críticas tras esta elección?

Hay que distinguir lo que es una crítica de lo que son los aportes constructivos que uno puede formular. Sigo pensando, por ejemplo, que más allá del buen resultado que obtuvimos, Chile Vamos tiene que ganar mayor densidad política. Y con eso me refiero a tener una propuesta alternativa que sea visualizable para la opinión pública de cara a la elección presidencial. Dicho en concreto, ¿cuál va a ser el marco partidor de agua para la próxima elección? No se sabe si las candidaturas presidenciales van a pretender profundizar lo que ha hecho la Nueva Mayoría o, por el contrario, van a plantear una rectificación y un nuevo impulso. En los próximos meses, nosotros tenemos que ser mucho más contundentes desde el punto de vista de las propuestas alternativas y, además, tenemos que estar en una disposición importante para lo que se viene ahora.