Tras la constatación de que Codelco debía endeudarse para realizar su aporte a la Ley Reservada del Cobre y el posterior anuncio del gobierno de un proyecto de ley que permitirá financiar parte de ese aporte desde los fondos de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), el senador de RN y ex ministro de Defensa, Andrés Allamand, aseguró que "no hay que ser Premio Nobel de Economía para darse cuenta que si se restan esos recursos se debilitan automáticamente las capacidades (de la defensa nacional)". Por lo mismo, el parlamentario adelantó, antes de iniciarse el debate, que rechazará el proyecto.
¿No le pareció suficiente el respaldo del actual ministro de Defensa al mecanismo?
Yo voy a pedir que al debate parlamentario en el Senado concurra el ministro de Defensa, José Antonio Gómez. Por esta vía se puede afectar gravemente nuestra defensa. El presupuesto general no contempla recursos paras la mantención del material bélico y nuestras capacidades estratégicas. Para ello están sólo los fondos de la ley del cobre.
¿Pero no era necesario corregir el mecanismo para resguardar las cuentas en la empresa estatal?
Nadie se opone a capitalizar Codelco. Lo que no corresponde es hacerlo restando recursos a la mantención del material estratégico de las FF.AA. El gobierno inexplicablemente se ha negado a tramitar el proyecto que deroga la Ley Reservada del Cobre y la reemplaza por un nuevo sistema de financiamiento.
¿Por qué no se ha avanzado en esta línea?
La única razón para no hacerlo es pequeñez política: la ley se originó - y fue aprobada transversalmente en la Cámara de Diputados- durante el gobierno de Piñera, lo que nunca se logró en los cuatro gobiernos anteriores de la Concertación. Si el actual gobierno hubiera tramitado la ley, el problema ya no existiría toda vez que Codelco no debería destinar suma alguna a la defensa. El problema estaría definitivamente resuelto.
Sin la Ley Reservada, ¿cómo se financiarían las Fuerzas Armadas?
Con mi proyecto de ley, el tema se resuelve absolutamente para Codelco, porque dejará de tener que aportar el 10% de las ventas. Por tanto, para financiar las FF.AA. se tendría que recurrir a los ingresos generales de la nación, como ocurre en la inmensa mayoría de los países democráticos en el mundo. De alguna manera, el actual sistema funciona como un impuesto de afectación.
¿No es compleja esta fórmula en un escenario de restricción fiscal?
En esto es vital dejar de lado la demagogia. Chile tiene un gasto en defensa absolutamente razonable, bajo cualquier parámetro de medición que se formule. Por otra parte, es un gasto respecto del cual el país no puede prescindir bajo ninguna circunstancia. Si hemos podido resguardar adecuadamente la soberanía las últimas décadas, es precisamente porque hemos tenido elementos disuasivos razonables. No conozco a nadie serio que sostenga que Chile debe debilitar sus capacidades estratégicas militares, y si alguien piensa así, sería muy importante que lo transparentara. Sólo un ejemplo: el aporte de Codelco a la defensa es la mitad de lo que cuesta cada año el Transantiago y su fondo espejo.
¿El dilema del financiamiento para Codelco se podría resolver en parte con la entrada de capitales privados a la empresa?
Desde el gobierno del ex presidente Lagos siempre ha estado abierta esta posibilidad. También está la opción que las AFP puedan invertir en Codelco. Lo que hay que tener claro es que las necesidades actuales de capitalización de la empresa estatal son la factura de no haber reinvertido cuando el precio del cobre estaba alto.
¿Al final, hay temor de lo que pueda implicar el mecanismo respecto del rol disuasivo de las FF.AA. de Chile?
Es muy mal precedente restar recursos a la defensa de manera improvisada. Las Fuerzas Armadas son instituciones que planifican y asumen compromisos en forma seria y ello ciertamente se compromete con esta fórmula. Y el precedente puede ser peor. ¿Qué pasa si se resuelve hacer lo mismo durante varios años? Pues tiene lugar el "efecto chatarra": El material bélico que no se mantiene y actualiza pierde velozmente todo su poder disuasivo. Se transforma en chatarra.
¿Existe consenso en la oposición respecto a rechazar la iniciativa del Ejecutivo?
Yo hablo a título personal. No puedo desentenderme de mi antiguo rol como ministro de Defensa. En todo caso, participaré activamente en ese debate legislativo, y espero persuadir no sólo a mis colegas de la oposición de que esta es una mala iniciativa.