No le gusta que le llamen "generalísimo", "jefe político" o "jefe de campaña". Aunque su nombre es el primero que aparece en la estructura del comando presentada ayer por el propio ex presidente Sebastián Piñera en el restaurante Carrico, muy cerca de sus oficinas en Apoquindo 3000, a Andrés Chadwick no le asignan un cargo particular.
"Mi labor es la coordinación de la campaña", dice, antes de presentarse como el coordinador del comando del ex mandatario.
Es el que lidera el comité ejecutivo, principal instancia resolutiva y luego, en una subestructura, es el presidente del consejo político, un espacio más amplio con parlamentarios, alcaldes, concejales, cores e independientes y personas de la sociedad civil. En este espacio destacan las incorporaciones del ex contralor Ramiro Mendoza, David Gallagher y Roberto Ampuero, entre otros.
La estructura de comando presentada ayer considera una significativa presencia de los partidos políticos, lo que representa una diferencia clara con la campaña anterior ¿Se aprendió la lección?
Lo peor que le puede ocurrir a una persona es que no aproveche sus experiencias. Si tuvimos alguna debilidad durante nuestro gobierno, ya lo superamos. Estamos en una etapa completamente distinta, asumidas nuestras experiencias y buscando mejorar aquello que pudo ser más débil. Sí, la estructura de la campaña quiere responder a un equipo de plena coordinación, colaboración y donde todos se sientan que están integrados, que tienen su rol y que fundamentalmente es un equipo. El equipo comprende, obviamente, el liderazgo de Sebastián Piñera.
¿Eso habla entonces de que estamos frente a un Piñera distinto del de hace ocho años?
No me atrevería a señalar si es que hay un Piñera distinto, porque eso podría tener distintas formas de expresarse. Lo que sí hay es un Piñera que fue Presidente de la República y que habiendo tenido esa experiencia, obviamente, busca hacerla trascender. Esa experiencia a él le generó miradas, lecciones.
Más que un Piñera distinto, lo que se ha dicho es que hay un Piñera que le habla a un electorado más de derecha y menos de centro...
No tiendo a compartir esas declaraciones. Lo que aquí ha cambiado es el país. Tenemos un país que es muy distinto al de hace ocho años. Tenemos un país que ha vivido y ha tenido la experiencia de un gobierno ideologizado, de tendencia socialista, donde todos los eslogan que se han levantado como grandes promesas que se podían alcanzar, se han transformado en las grandes defraudaciones que hoy día la gente está experimentando. Por consiguiente, hay un país que busca retomar un camino de hacer bien las cosas, de tener un buen gobierno.
¿Por eso el ex presidente se planteó con un discurso con prioridades acotadas?
Exactamente. Esta realidad del Chile de hoy, la experiencia de que nosotros ya fuimos gobierno, va reflejando una propuesta hacia el país que busque priorizar los problemas reales de las personas y ahí enfocar los esfuerzos de gobierno. Los gobiernos duran cuatro años, hay que aprovechar todo lo bueno que se ha hecho antes, buscar enmendar aquellas cosas que están erradas e impulsar las que uno trae consigo, que puedan ser positivas.
¿Cuánto daño le pude hacer al ex presidente una figura como la del diputado José Antonio Kast, quien precisamente le habla a un electorado más de derecha?
Todos los candidatos tienen expectativas electorales muy altas de ellos mismos. Él ya ha cumplido con la primera meta, las firmas. Si uno se guía hoy día por el mundo de las evaluaciones de encuestas y lo que ya se está marcando como tendencia, es muy menor (el daño)…
En el discurso, el ex mandatario ha instalado temas para hablarles a los suyos. El tema de la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos fue claro…
Cuando ya se presentaron y se pudieron conocer las reformas que se llamaron ejes de este gobierno: hablo de las reformas tributaria, educacional y laboral, Sebastián Piñera recibió fuertes críticas desde el gobierno y la Nueva Mayoría, porque él inmediatamente empezó a advertir que esas reformas estaban mal pensadas, mal hechas, mal implementadas y que iban a generar serios daños al país. Esa visión que él tiene del país y de las cosas que hay que rectificar no es de hoy día, ni ayer, ni mucho menos con un afán electoral.
¿Por qué, por ejemplo, ahora Chile Vamos le cierra a priori la puerta a la Presidenta Bachelet la propuesta de cambiar la Constitución mediante la convención constituyente?
Por varios motivos. En primer lugar, la Nueva Mayoría lleva diez años colocando el tema constitucional en el debate público. Yo pregunto si hay alguien en el país que sepa qué reforma constitucional, qué contenido, qué temas quisieran modificar de la Constitución. Dado que, o no los tienen o no saben cuáles son, se refugian en proponerle al país una reforma constitucional que dice relación con los procedimientos. No les interesa buscar acuerdos en materia de contenidos, sino que ir a buscar un cambio en los sistemas de modificación para ver si tienen una oportunidad política. O sea, el mecanismo de la retroexcavadora pero en materia constitucional.
El ex presidente dijo que era partidario de un perfeccionamiento de la Constitución ¿por qué no aprovechar la invitación de la presidenta Bachelet?
Como Chile Vamos, trabajamos y entregamos públicamente un documento en que se consideran distintos ámbitos de perfeccionamiento y modernización de la Constitución, sobre la base de aprovechar y mantener todo lo positivo y bueno que ha tenido la actual Carta Fundamental y que ha sido muy importante para efectos de la estabilidad y desarrollo de la democracia y de nuestro sistema político y económico. Y poderlos modernizar y perfeccionar a la luz de las nuevas realidades que el país y la sociedad van teniendo. Y que la Constitución debe ir recogiendo. Eso se da en el ámbito del perfeccionamiento de las garantías de los derechos, pero también incorporar y hacer cumplir los deberes. En el ámbito de generar situaciones de mayor equilibrio entre las atribuciones del Presidente de la República y el Congreso. En el ámbito de mejorar y modernizar todo lo que dice relación con el Poder Judicial y los sistemas judiciales institucionales. Pero estamos hablando de una concepción totalmente distinta. Lo queremos hacer sin cambiar los mecanismos ni andar buscando imponer lo nuestro y pasar por encima de otros. En diálogo, en acuerdo, en conversaciones.
¿Cómo se pueden conseguir esos diálogos y esos acuerdos si hoy en día su sector no está dispuesto ni siquiera a discutir?
Porque el gobierno está impulsando solo un mecanismo formal e instrumental que no significa nada.
Se va a imponer el bloqueo durante este año entonces…
Lo que hay que tener es un sentido de país en aquellas políticas fundamentales que están llamadas a producir frutos, a tener estabilidad en el tiempo, no pueden quedar única y meramente suscritas a una mayoría ocasional, circunstancial. Cuando ello ocurre los países comienzan a retroceder, porque viene un nuevo gobierno que representa ahora una nueva mayoría y, qué es lo que hace: deshacer lo que hizo la anterior.
Pero el ex presidente ha hablado de corregir el rumbo… ¿no es eso deshacer lo que se ha hecho?
Sí claro, vamos a hacer rectificaciones, correcciones. Eso no es pasar una retroexcavadora, eso no es borrar todo. Vamos a ver qué son las cosas que se pueden mantener, que son positivas, y vamos a buscar rectificar aquellas cosas que creemos han sido un inconveniente y han sido un tropiezo para el país.
¿Cuánto puede permear ese discurso si la ciudadanía tiene una desconfianza generalizada?
Eso tiene que ver con la defraudación de la ciudadanía con las promesas incumplidas, frente a un mal gobierno, frente a quienes se aprovecharon, mintieron, prometieron una serie de cosas que sabían que eran imposibles.
Ustedes prometieron fin a la puerta giratoria y que se les acababa la fiesta a los delincuentes… ¿Qué cambiará ahora?
Esa es una lección que nosotros la tenemos internalizada y aprendida a fondo. Lo dijo el presidente en su discurso cuando hace la propuesta de su candidatura presidencial en Quinta Normal: no voy a hacer promesas que no sé si voy a poder cumplir por ganar un voto. En materia de delincuencia generamos expectativas que después cuando gobernamos pudimos ver que el tema era extraordinariamente más complejo. Sentimos que estamos con una cuenta al debe en esa materia.
El senador Manuel José Ossandón ha dicho que no ve voluntad de Chile Vamos y del ex presidente de ir a primarias. Felipe Kast también pide realizar debates y no han recibido respuesta.
El ex presidente Piñera es un candidato presidencial que se va a presentar a las primarias presidenciales de Chile Vamos. Lo que también implicará los debates. ¿Qué es lo que transmitimos a nuestra coalición? Que hay que tener presentes estas y otras materias. Nuestra verdadera elección es en noviembre. Tengamos siempre presente esto, sobre todo si va a haber uno, dos o siete debates, lo importante es proyectarnos hacia el país. Esto también es válido en el tema de la lista parlamentaria. Si nuestro objetivo es ser gobierno y cambiar el rumbo de las cosas, no solo necesitamos poder tener un triunfo presidencial, también un triunfo parlamentario. Nos obliga como coalición a tener una lista única parlamentaria.
Se dice que se quiere blindar al ex presidente, evitar exponerlo tan anticipadamente ¿Es parte de una estrategia?
Pero si el ex presidente Piñera debe ser la persona más expuesta en el país. La estrategia del PC es querellarse contra el ex presidente, llevarlo al Ministerio Público cada cierto tiempo. No hay ninguna intención de blindaje. El ex presidente está expuesto a la crítica diaria, a una campaña sucia, a una campaña en que un sector de la izquierda decidió enfrentarlo a través de una nueva modalidad que son las querellas criminales, sin ningún fundamento ni verdad, solo para generar daño. Que, gracias a Dios no lo están generando. No hay ninguna razón para hablar de blindajes, la primaria es para potenciarnos.
El senador Ossandón y el diputado Kast repararon en que se habló de presentar el programa en septiembre, sin considerar el proceso de primarias. Da la sensación de que la carrera está corrida…
La voluntad de desarrollar una primaria es responsabilidad de Chile Vamos y no puede estar más clara esa voluntad. Se le invitó al senador Ossandón a participar y él aceptó. Si a uno lo critican porque tiene expectativas de poder ganar, todo tiene un límite. Hay confianza, hay convicción, hay ganas, tesón y perseverancia para poder lograr que el ex presidente Piñera consiga su reelección. Criticarlo porque da la impresión de que se siente ganador no tiene sentido. No nos sentimos ganadores pero sí tenemos voluntad de ganar.
Si el PS no apoya a Lagos este domingo, se dice que la primaria de la Nueva Mayoría pierde sentido, que la DC podría decidir competir en primera vuelta. Si se configura ese cuadro en el oficialismo, ¿tiene sentido hacer la primaria opositora?
No me había planteado la hipótesis. Hasta el momento de esta entrevista sí hay primarias en la Nueva Mayoría. Estamos sujetos a lo que decida el PS. Un hecho que podría quizás modificar o alterar el escenario es la decisión del PS.
Lo más probable es que el PS proclame a Guillier, lo que cambiaría el cuadro. La presidenta de la UDI dijo el viernes que cree que no tiene sentido si se da ese escenario…
Las primarias, sus reglas y condiciones, las fijó Chile Vamos y nosotros estamos listos y motivados para participar en ellas. Ese es el camino fijado y cualquier otra hipótesis no son más que elucubraciones o supuestos que no tiene sentido analizarlos. Tenemos primarias y estamos preparándonos para participar con el mejor espíritu unitario en ellas.
¿Ven como una amenaza a Alejandro Guillier?
Tengo la impresión de que el senador Guillier tuvo un salto importante porque representó dentro de la Nueva Mayoría algo distinto, y eso le significó un salto importante. Mi impresión, ahora, es que se ha ido estancando y debilitando, como que hubiese tocado techo. Es percibido por la ciudadanía como un hombre de la Nueva Mayoría, que estuvo en el gobierno de la Presidenta Bachelet, que apoyó todo. Se empiezan a ver sus contradicciones, su falta de contenidos y respaldos de equipos. Él quiso jugar un tiempo a ser alguien diferente de la Nueva Mayoría y hoy día está en el corazón del oficialismo. Tengo la impresión de que la ciudadanía empieza a percibirlo como continuador del actual gobierno.
¿Ya no lo ven como una amenaza?
La elección va a ser siempre difícil y dura. El candidato que represente a la Nueva Mayoría va a ser siempre un competidor muy difícil.
¿Cuándo se va a anunciar la fórmula de fideicomiso ciego? Es otro flanco importante de resolver en la campaña...
Va a ser en una fecha próxima. Él tiene perfectamente claro el compromiso que asumió ante el país cuando planteó su candidatura presidencial, en términos no solo de darle cumplimiento a la ley… la ley hoy día es muy exigente en generar esta separación del mundo comercial de lo público. Él agregó que irá más allá de lo que la ley exija. La idea de él es crear un muro que sea percibido por la ciudadanía, al igual como lo hizo en el año 2009.
En lo concreto, el ir más allá de la ley, ¿qué significa? ¿Contempla las inversiones en el extranjero?
Esperemos, porque él lo va a anunciar próximamente y le explicará al país.