Es miércoles, día previo al partido con Alemania, y Andrés Fazio se dirige apurado a la habitación de su hotel en Kazán. "Debo preparar una fórmula de premios a los jugadores", explica. Así se le ve a diario en Rusia al vicepresidente de la ANFP. Corriendo para cumplir con sus obligaciones como jefe de la delegación chilena. Y eso incluye negociar, para bien y para mal, con la llamada generación dorada del fútbol chileno. Minutos antes de despedirse, el dirigente abordó con La Tercera varios asuntos ligados con la Selección y sus tareas en la cúpula de la Federación.

¿Sus ganas de trabajar en la Federación van a depender de la remuneración que reciba?

No… yo entré sabiendo que esto no tenía remuneración. Un dato conocido. Pero el directorio de la ANFP, como es hoy y ha sido siempre, consume tanto trabajo, que las personas que estamos ahí le dedicamos cuatro o cinco días a la semana. Por lo tanto, es un problema, pero no para nosotros, sino para adelante. Y tenemos que visualizarlo así. Pero insisto, en mi caso, entré con una condición y si esa condición de no recibir retribución se mantiene hasta el final no tengo ningún inconveniente.

Pero reconozca que el pago a un dirigente, al menos, se ve mal…

Sí, claro, genera mucha discusión. Pero si lo miramos en el contexto efectivo del trabajo realizado, se va a entender que cuando cualquier persona que utiliza un número importante de horas laborales de su tiempo a una actividad, y sin percibir remuneración, hay una pata coja en la mesa.

A Jadue se le crucificó por la misma idea. Hay una deuda de arrastre de las malas experiencias pasadas…

Efectivamente. Pero lo difícil aquí no es el qué, sino el cómo. Hay que buscar una forma que sea transparente, que pueda ser fiscalizable. Si entre todos encontramos la forma, yo creo que a largo plazo le va a dar sanidad a esta actividad.

¿Qué cambios estructurales debe tener la Selección para no quedarnos sólo en la generación dorada?

En el plan estratégico que nosotros trabajamos hay un capítulo importante para la Selección. A ver, Alemania, nuestro rival en la Confederaciones, logra que el 87% de los niños que han participado en sus selecciones menores llegue al nivel adulto. En Chile, eso se reduce al 17%. A mi juicio, nosotros no tenemos un buen plan de continuidad entre la captación y preparación de los niveles menores, enfocados a llegar al nivel adulto.

¿Es un problema de los clubes o de las selecciones?

Es un problema combinado, pero hay un tema de Selección. Indudablemente que la visión del seleccionador de menores debe ser orientada hacia los clubes, por una parte, pero también con una dirección hacia arriba, viendo cuál es la identidad de nuestra Selección, qué es lo que buscamos a futuro, cómo queremos que sea…

¿Usted es partidario de la creación de una Dirección Técnica Nacional, que alguna vez existió, pero nunca funcionó?

Es un tema muy complejo, muy debatible, porque tiene que ver además con que esa dirección técnica nacional, suponemos, debe tener la confianza del directorio. Entonces, si ese directorio cambia, ¿cambia todo el plan, cambia quién la dirige? Entonces, tiene ciertas complejidades más allá de lo que uno pueda ver sólo en la esfera de la Selección.

La respuesta lógica a esa duda es que el director técnico nacional sea autónomo del directorio de la ANFP…

Podría ser una solución, pero hay que buscar cómo se puede articular, no sólo desde el punto de vista del deseo de una identidad, sino también en la interacción con los clubes y con la misma ANFP y su sistema de gobierno.

¿Cuánto más el fútbol chileno puede mamar de la generación dorada?

Tengo harta fe en lo que viene. Indudablemente hay figuras muy destacadas en la Selección, que un poco les hacen sombra a aquellos que vienen, pero yo soy bastante más optimista de que podemos tener un reemplazo bastante satisfactorio. Probablemente nos va a costar reemplazar a los que han llegado a un nivel máximo en el fútbol mundial. Eso es natural, les pasa a todos los países por lo demás. Pero como colectivo, que creo es el principal valor que deja esta generación, se entiende que lo grupal tiene mucha más potencia frente a selecciones que incluso tienen más figuras que nosotros.

Su análisis es deportivo. La pregunta es más económica. La Roja por años ha generado muchos ingresos al fútbol chileno gracias al éxito de esta generación…

Yo creo que el producto Selección, más allá de quienes la integran, es un producto potentísimo. Es cosa de verlo en ciertas estadísticas que han salido, donde su valoración como concepto es muy alta. Nosotros tenemos una relación bastante cercana con todos los sponsors y en general el nivel de evaluación es muy positivo.

Su discurso es perfecto para vender a la Selección, ahora que se abrió el proceso de licitación de los derechos de la Roja hasta Qatar 2022…

No, no estoy en modo vendedor...

¿Cómo será este proceso? ¿Lo puede explicar con detalle?

Vamos a tratar de implementar el mismo modelo que se hizo anteriormente, en que se aglutinan los derechos de televisión más los comerciales.

¿Nunca se ha pensado en venderlos por separado?

Ha estado separada, pero la última fórmula fue beneficiosa para todas las partes. Hay gran satisfacción desde ese punto de vista. Por eso vamos a explorar esa alternativa.

¿Si esta negociación no tiene el mismo resultado, el fútbol chileno puede llegar a niveles de caja críticos?

Es que yo creo que el producto Selección tiene más valoración que hace cuatro años…

¿Entonces el piso son US$ 106 millones?

Eso es lo que vamos a ir a buscar. Esto no es un mayor valor porque sí, es un mayor valor porque el producto ha adquirido un mayor peso…

En los canales chilenos hay muchos problemas financieros, ¿Y si no pueden o no quieren cumplir con lo que esperan ustedes?

Insisto. El producto selección atrae un interés importante de todos los que participan de una transmisión.

¿Del resultado de este nuevo negocio depende el futuro inmediato de la ANFP?

En qué sentido… ¿económico?

Económico, administrativo… Se supone que en la ANFP sólo hay pérdidas.

Obvio que es un ingreso tremendamente importante para todo el funcionamiento de la ANFP, pero no veo por qué debiésemos estar con algunas dudas o incertidumbres respecto a los montos que obtendremos.

¿Por qué no se crea una regla que termine de una vez con este show de los premios en la Selección?

No se puede crear una regla, porque cada torneo es muy distinto de otro, en términos comerciales y económicos. La Copa Confederaciones, por ejemplo, comparado con la Copa Centenario, es completamente diferente. En su conformación económica, en su repartición de premios. Hay elementos de los torneos que nosotros tomamos conocimiento ya en la fase final de la organización. Cuando nos enteramos de eso, normalmente es una etapa en que no tenemos contacto con los jugadores.

Usted fue dirigente del tenis, también en una época de generación dorada. Y todo estaba establecido. Ahora parece que los jugadores dominan todo…

Yo entiendo que se pueda percibir así, pero en absoluto. Con la analogía del tenis, había una regla pareja porque era una Copa Davis y con ingresos determinados. En el fútbol la dinámica es muy distinta. Para graficártelo, de una Copa Centenario como la que se hizo en Estados Unidos, con su modalidad de gastos e ingresos, pasamos a las clasificatorias, que tienen otra modalidad, que apuntan a un Mundial, que tienen un retorno al final, que es lo más atractivo. Para la Copa Confederaciones, en el sorteo de fines del año pasado, recién ahí nos enteramos de un monto aproximado de los premios que se entregan por jugarla. Y desde esa fecha hasta ahora, hemos tenido la opción de estar con este grupo de jugadores una sola vez, en la anterior fecha de Eliminatorias. Y los días y el tiempo en una fecha eliminatoria no dan para tratar algo así. Es impensable juntarse con la tranquilidad necesaria para verlo bien.

Eso no quita que todo se vea muy improvisado…

Es que es imposible conversarlo antes y sólo se nos da cuando tenemos estas instancias. Por eso, pareciera que es al final, pareciera que es improvisado, pareciera que son los jugadores los que llevan la agenda. Y no, es un problema netamente práctico.

¿Alguna vez le ha dicho que no en algo a estos seleccionados?

Sí, claro que sí…

¿Me puede decir en qué cosa, por favor?

No… los detalles no. Acá más que nada se trata de exponer las posiciones. Y a mí me toca exponer frente a ellos la posición de la ANFP, la condición en la que estamos, cuáles son nuestras y sus posibilidades y cuáles no. Entonces es más una cosa de marco de acción que decir que no. La relación no puede ser como de papá con el hijo, no de para qué doy permiso y para qué no. Muchos de los jugadores viven una realidad distinta a la del fútbol chileno y sí, hay muchas cosas en que ellos no tienen la información y nosotros tenemos que proveérsela…

¿Por ejemplo ellos no tienen la información de que no pueden andar con otra ropa que no sea la oficial, por temas de sponsors y cosas de este tipo?

Me lo dices por lo de Moscú. El protocolo dice que el uso de esa indumentaria es sólo en actividades oficiales de la Selección. Una tarde libre no lo es…

Pero ellos están en régimen de concentración…

Pero no es una actividad oficial. Es una actividad libre, donde cada uno puede salir. Es su rato libre, entonces no están sometidos al régimen oficial de la delegación.

¿Tiene algún jugador favorito en esta Selección, deportivamente y como persona?

Jamás te lo diría. Sólo puedo decir que uno aprende con estos cabros. Uno va aprendiendo a conocerlos…

Pero también va conociendo problemas, como lo que pasó con Mena antes de viajar a Rusia…

Sí, siempre pasan esas cosas. En las familias grandes siempre pasan cosas así. Pero también hay un marco interno que funciona, que establece los caminos.

¿No debería existir un reglamento de la Selección para estos casos, para no someter al técnico a la presión de decidir qué hacer con un jugador indisciplinado?

Es como decirle a un papá de varios hijos que tenga una norma para todos. Cada caso es distinto, son personas diferentes, tienen una formación diferente. Cada cosa se debe ver mucho más desde lo humano que desde lo reglamentario.

Pero la indisciplina de este plantel es constante…

Yo entiendo que desde afuera se vea así y se diga que esto debería ser mucho más normado, pero estamos frente a seres humanos y, permíteme decirlo, en formación todavía. Humanamente quiero decir, no en lo futbolístico.